Óscar Galindo Villarreal se dedica desde los seis años de edad a coleccionar máscaras de grandes luchadores, logrando reunir más de dos mil durante 65 años. Su colección es de las más completas de México y su incansable labor de coleccionista ha sido reconocida a nivel mundial para orgullo de los laguneros, aunado esto a su gran conocimiento de la historia de la lucha libre mexicana.
Cuenta Óscar que tenía seis años de edad cuando Santiago Montoya, empleado de su abuela materna Concepción Fernández de Villarreal, propietaria de una florería, lo invitó a asistir a la función de lucha libre del 15 de abril de 1957 en la Plaza de Toros Torreón. En la contienda estelar se presentaban Blue Demon y Joe Marín contra El Espectro de Ultratumba y El Verdugo.
Acudió a la función en compañía de su padre el Dr. Juan Galindo Flores y su hermano mayor Juan Manuel. Recuerda que antes de iniciar la lucha estelar se apagaron las luces de la Plaza de Toros y cuando prenden de nuevo aparece un féretro en el centro del ring y sube un hombre vestido con smoking para darle un elixir a El Espectro de Ultratumba (quien venía dentro del ataúd) para que volviera a vivir y luchara. Su hermano se asustó y nunca más volvió a una función de lucha libre.
Óscar quedó fascinado con este hecho y disfrutó a lo grande la contienda. Blue Demon y Joe Marín se impusieron en dos de tres caídas a El Espectro de Ultratumba y a El Verdugo. Regresó a su casa muy contento y esa noche no podía dormir al recordar lo que había sido esa inolvidable función.
Al día siguiente cuando regresó de la escuela, estudiaba tercer año de primaria en el Colegio Americano de Torreón, empezó a revisar los periódicos locales y no encontró reseña alguna sobre la función de la noche anterior, pues los diarios de ese entonces habían enfocado su edición del 16 de abril a la trágica muerte del ídolo Pedro Infante, ocurrida un día antes.
Al no encontrar nada en los periódicos acudió con Santiago Montoya para comentarle esto. "Chago'' le dijo que no se preocupara y fuera a la Casa de Huéspedes La Colonial, ubicada por calle Falcón entre avenidas Allende y Abasolo, en la cual se hospedaban los luchadores foráneos que actuaban en Torreón, Durango, Parral, Chihuahua y San Pedro. Ellos establecían su centro de operaciones en Torreón. Allí podría encontrar a Blue Demon, quien desde una noche antes se había convertido en su ídolo.
Llegó al patio de dicha casa en busca de sus amigos Jesús y Salvador Castañeda, hijos de la propietaria de La Colonial, ellos le comentaron que Blue Demon y el Espectro de Ultratumba habían salido a luchar a Durango. Al día siguiente regresó y encontró a sus dos amigos jugando a las canicas, al mismo tiempo vio a una persona que lavaba máscara, calzoncillo y mallas de color azul. Al ver sus enormes manos le preguntó ¿Eres Blue Demon? y éste le pidió que se retirara.
Fue así cómo nació la amistad entre Óscar Galindo y Blue Demon, la cual perduró hasta la muerte del gran luchador mexicano. En ese primer encuentro le insistió tanto que le obsequiara una máscara y finalmente la obtuvo. Ahí inició su odisea de coleccionar máscaras originales de luchadores con su respectiva firma, siendo la primera la del inmortal Alejandro Muñoz Moreno.
Hasta la fecha ha coleccionado más de dos mil máscaras a lo largo de 65 años. La segunda máscara que consiguió fue la de "El Médico Asesino'' (Cesáreo Manríquez González), lagunero por adopción, quien también fue una gran figura del pancracio mexicano. Después obtuvo las "tapas'' de "El Enfermero'' y la de "Huracán Ramírez'' (Daniel García) en una función de lucha libre celebrada en la Arena Coliseo de Guadalajara.
Cuenta que "Huracán Ramírez'' le regaló una máscara rota, pues los luchadores no querían obsequiar sus máscaras porque pensaban que no las iban a conservar. En aquel entonces era difícil que los menores de edad entraran a las funciones de lucha libre.
Entre las máscaras de su colección más conocidas destacan las de "Blue Demon'', "Médico Asesino'', "El Santo'', "El Enfermero'', "Huracán Ramírez'', "El Espanto I'', "El Rayo de Jalisco'', "El Solitario'', "Aníbal'', "El Gladiador'', "Black Shadow'', "Doctor X'', "Doctor Wagner'', "Flama Azul'', "El Espartano'' y los "Gemelos Diablo'', entre otras.
Su colección de máscaras la tiene bajo resguardo en vitrinas para evitar se deterioren con el paso del tiempo y conserven su valor a través de los años. Otras máscaras de su propiedad son las de "Zeus'', "Tigre Enmascarado'', "Black Tiger'', "Estrella Blanca'', "La Furia'', "Mano Negra'', "Fishman'', "Sangre Chicana'', "Brazo de Oro'', "El Halcón'', "Demonio Blanco''. "Ángel Blanco'', "Tinieblas'', "Los Escorpiones'', "Kung Fu'' y el "Tigre colombiano''.
A su colección le ha dado el nombre de "Expo Máscaras Famosas'' y está registrada ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor de la Secretaría de Educación Pública como "Máscaras Famosas de Óscar Galindo''. Considera que el valor de esta colección es estimativo, no tiene precio, es invaluable, pues la mayoría de sus 2,000 máscaras nadie las tiene a nivel mundial.
Lamentó que algunas personas compren máscaras originales para revenderlas entre coleccionistas aficionados. El que compra una "tapa'' y la conserva ese es el verdadero coleccionista, como el que colecciona timbres (Filatelistas), monedas (Numismáticos) y billetes (Notafilia).
"Yo le ha dado más valor a mi colección, porqué casi todas mis máscaras han sido regaladas, aunque hay gente que duda, pero los entiendo. Se dice fácil, pero acabo de cumplir 65 años de la primera máscara que coleccioné (la de Blue Demon). Si me hubiera dedicado a comprarlas llevaría mucho más, pero no sentiría la misma satisfacción'', puntualizó.
Finalmente contó que ha sido una tarea interesante, como niño le fue fácil adquirirlas, pues le insistía mucho a los luchadores y hasta se colgaba del cuello de ellos para conseguirlas.
¡Hasta el próximo miércoles!