Mucho se hablado, después de seis semanas de la mejor gala que existe, acerca del paso de los Bills y ahora de la marca perfecta de las Águilas, pero en estos momentos, es indudable que los que se sienten como pavorreales, son los ciudadanos de Nueva York primero con su equipo de la liga americana en el beisbol y después, con lo que están viviendo con sus escuadras de la NFL como son los Gigantes y los Jets que, para ser sinceros, nadie se podría imaginar lo que están haciendo en estos momentos.
Por lo pronto dos equipos que perdieron la semana anterior como son los Santos y los Cardenales, se miden en el arranque de esta séptima semana en el desierto y con la imperiosa necesidad de llevarse la victoria ya que, como están las cosas, tanto Nueva Orleáns como Arizona, se encuentran con marca de 2-4 y no sabemos si el que pierde, ya estará pensando en la siguiente temporada.
Lo malo de esta ocasión es que, el mejor equipo de la NFL como lo son los Bills, estarán descansando y la verdad es que después de la victoria del pasado domingo en Kansas, han demostrado su valía porque es evidente que los Jefes, pensaban que enviando corredores adicionales a Josh Allen, podrían contrarrestar al pasador superestrella de Buffalo, pero vaya que aprendieron una fuerte lección.
Y aquí hay que hacer mención de los Jets ya que fueron a Lambeau Field y aseguraron su mayor victoria en años a dar un golpe de autoridad a los Empacadores por 27-10 pero lo que más llamó la atención, fue lo fácil que se sintió para Nueva York que entró en la campaña con la sequía de postemporada más larga de la NFL con 11 años y con unos jóvenes creadores de juego de Robert Saleh que impactaron el encuentro en todos los niveles con Sauce Gardner que fue una amenaza constante en la secundaria y con Breece Hall que corrió como ratero en la Alianza con más de 100 yardas por tierra y que la mejor noticia para este fin de semana, es que van a volver a salir de la Gran Manzana porque de sus cuatro victorias en la actual temporada, tres de ellas han sido fuera del MetLife Stadium y que este próximo domingo, estarán nuevamente de visita en Denver para enfrentarse a unos Broncos de capa caída.
El otro equipo de Nueva York como son los Gigantes, marchan con marca de 5-1, siendo su única derrota en la semana tres en casa con los Vaqueros por lo que a ellos también, les va a caer de maravilla salir de Manhattan ya que viajan a la Florida para enfrentarse a los Jaguares en un buen juego y aquí tenemos que hacer mención si dejas que el equipo del debutante Brian Daboll participe en un juego porque es muy probable que encuentren la manera de vencerte porque lo vimos nuevamente el domingo anterior en Meadowlands, donde ahora la llamada "Big Blue", forzó dos pérdidas de balón de Lamar Jackson en posesiones sucesivas en el último cuarto para robarle una victoria de 24-20 a los Cuervos y esto, se debe mucho crédito al coordinador Don Martindale, quien ideó otro excelente plan de juego defensivo que neutralizó al mariscal de campo de Baltimore y permitió que la ofensiva, eliminara un déficit de 10 puntos en la segunda mitad pero esto ya no es novedad ya que los Gigantes, tienen marca de 3-1 en juegos en los que perdían por dos dígitos.
Y en esta semana, Filadelfia continuará invicto ya que también les toca descansar y el domingo en el horario estelar, los Acereros, que le dieron una sorpresa a Brady y compañía, visitan a los Delfines mientras que el próximo lunes por la noche, termina esta semana con la visita de los Osos a Nueva Inglaterra.
