Sólo quedan algunas áreas donde aún no se definen sus titulares. (SAÚL RODRÍGUEZ)
A poco más de un mes de haber presentado el Plan de Cultura Municipal, Antonio Méndez Vigatá, director del Instituto Municipal de Cultura y Educación (IMCE), informó que ha cubierto casi la totalidad de las coordinaciones y recintos pertenecientes a la dependencia, sólo quedan algunas áreas donde aún no se define a sus titulares.
Hasta el momento, los nombres de quienes encabezarán las distintas áreas del instituto en esta administración son los siguientes: José Ángel Reyna Cepeda en Coordinación de Centros Culturales, María Fernanda Fernández Reyes en Coordinación de Museos, Antonio Álvarez Mesta en Coordinación de Bibliotecas, Raúl Rodríguez Galindo en Coordinación de Espacios Públicos, Alejandra Flores Arizpe en Coordinación de Artes Escénicas, Nadia Graciela Contreras Ávalos en Coordinación de Literatura, mientras que el maestro Juan Barrios quedará a cargo de la Coordinación de Música sin abandonar la dirección de la Banda Municipal.
Sobre los distintos centros culturales, María Beatriz Martínez queda en Casa Mudéjar, Francisco Javier Zamora en Jabonera La Unión, Alicia Franco Jara continúa en el Pablo C. Moreno y es inminente el nombramiento de la maestra Cony Múzquiz al frente del José R. Mijares.
Respecto a los museos municipales, Patricia González Santiago dirigirá el Museo Casa del Cerro, mientras que Cynthia Gáspar en Museo del Ferrocarril y Leslie Sánchez en Museo del Algodón, darán continuidad a sus proyectos.
El presupuesto con el que trabajará el IMCE durante este primer año asciende a más de 40 millones de pesos y se busca aumentar a otros cuatro.
Los pendientes
Respecto al Museo de la Moneda, Canal de la Perla y Paseo Morelos, se indicó que se buscará fusionar estas áreas dentro de la Coordinación Cultural del Centro Histórico, esto para trabajar de una manera más eficiente. Méndez Vigatá dijo ya tener contemplada a la persona que se hará cargo de esta nueva coordinación, pero reservó el nombre hasta su anuncio oficial.
En el tema de La Harinera, el director del IMCE indicó que se está trabajando en un proyecto para este lugar. Comentó que el espacio se instauró en una zona que desde su punto de vista se encuentra sobreatendida, pues en un rango de pocos kilómetros converge con el Centro Cultural La Jabonera, el Museo Casa del Cerro, el Museo del Ferrocarril, el Museo del Algodón y el Centro Cultural Pablo C. Moreno.
“Estamos viendo la posibilidad de darle una vocación hacia talleres o espacios para creadores plásticos (pintura, escultura, grabado). Eso concentrarlo ahí, porque muchos de los creadores que hay en la ciudad no tienen espacio donde trabajar, entonces allí pudieran tener la oportunidad. Es un lugar que tiene muy buena luz y el hecho de que los concentres en un mismo sitio, genera oportunidades para que tengan intercambio de ideas entre ellos. Históricamente así se ha visto, la interacción que había entre Picasso y Mondrian, eso se da porque tenían talleres muy cerca uno de otro”.
Resaltó que lo anterior se trata de un estudio y todavía no se ha concretado en hecho. Lo que sí es requisito es que el director o directora que quede al frente del espacio, cuente con este perfil dirigido hacia las obras plásticas.
Transformación de bibliotecas
El director del IMCE, asegura que uno de los principales ejes de su proyecto es llevar la cultura a todos los estratos sociales de Torreón, pues algunas comunidades se encuentran desatendidas. En este rubro, entran las distintas bibliotecas municipales que se encuentran distribuidas por toda la ciudad y cuyo acervo es poco aprovechado.
“Un problema que tenemos a nivel ciudad, es que prácticamente todos los centros culturales, lo que vienen siendo todos los museos, en su totalidad, están hacia la parte del Centro Histórico de la ciudad. Si bien, hay bibliotecas que están en colonias hacia el sur y hacia el oriente, la realidad es que si te vas hacia el extremo oriente de la ciudad, también está desatendido”.
En este tenor, se pretende cambiar el esquema de las bibliotecas municipales. El empleo de la información que brindan los teléfonos celulares, ha provocado algo de su desuso. No obstante, transformarlas en centros de apoyo académico puede resultar buena opción ante la problemática.
“Es decir, que sean lugares donde no sólo exista un acervo bibliográfico, sino que también puedan tener acceso a internet a través de computadoras y, además, tengas un maestro que esté brindando asesorías. Esto cobra relevancia a la luz del rezago educativo que se está generando con motivo de la pandemia”.
Otra de las opciones es la implementación de una “book truck”, una biblioteca ambulante que pueda llevar libros y conocimiento a distintas colonias de Torreón.
