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Mientras hace campaña por una banca en el Congreso en representación de Manhattan contra otros demócratas que le doblan la edad, Suraj Patel, de 38 años, aprovecha la frustración de su generación hacia aquellos que han ocupado el cargo durante décadas.
Patel considera que Jerry Nadler, de 75 años, y Carolyn Maloney, de 76, son parte de una cosecha de demócratas que llegaron al poder en la década de 1990 solo para fracasar en temas como las armas, el cambio climático y el aborto. Hay oportunidad para un nuevo liderazgo, dice Patel.
En Iowa, el republicano Jeremiah Bronson también está sopesando si alguien que no sea Donald Trump, de 76 años, podría llevar a su partido al futuro. Bronson expresó su creciente interés en el gobernador de Virginia, de 55 años, Glenn Youngkin.
“Él parece estar en sintonía con los conservadores de todo el país”, dijo Bronson, de 39 años, mientras cenaba sándwiches de cerdo asado con otro puñado de republicanos en el condado Story.
En una nación que aparentemente se tambalea ante todas las divisiones imaginables, hay un deseo compartido entre demócratas y republicanos de una nueva generación de liderazgo político. La conversación es más pronunciada cuando se trata de la Casa Blanca, ya que Trump sopesa otra campaña y el presidente Joe Biden se enfrenta al escepticismo sobre su capacidad para presentar una candidatura a la reelección en 2024, cuando tenga 82 años.
“Hay una sensación de que la revancha entre estos dos viejos parece ridícula para la gente”, dijo Sarah Longwell, analista política y estratega republicana.
El llamado de Bill Clinton a una nueva generación de liderazgo lo ayudó a ascender de gobernador de Arkansas a primer presidente de la generación de la posguerra en 1992. En 2008, la relativa juventud de Barack Obama fue una ventaja en su campaña primaria contra Hillary Clinton y durante las elecciones generales contra el senador de Arizona, John McCain.
Más recientemente, la candidatura presidencial de Pete Buttigieg en 2020 ganó fuerza antes de verse superado por Biden, visto por muchos demócratas como la opción más segura contra Trump.
Una encuesta reciente de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research muestra que 83% de los adultos estadounidenses dice que el país está en el camino equivocado. Solo el 36% aprueba el liderazgo de Biden en general y el 62% lo desaprueba.