(EL SIGLO DE TORREÓN)
Chispita era una perrita pastor belga que vivía junto a su dueña en Parras de la Fuente hasta que desapareció el pasado 05 de octubre, por lo que a través de publicaciones en redes sociales y con ayuda de rescatistas independientes, amigos y familiares la buscaron por toda la ciudad.
Sin embargo fue la mañana del lunes 17 de octubre, cuando los papás de la menor, quien no pierde la esperanza de encontrar a su fiel amiga, encontraron en el patio trasero de su hogar ubicado en la colonia José G. Madero, el cuerpo decapitado de Chispita, con huellas de violencia.
Luisa María Montoya MonRou, rescatista independiente de la localidad, manifestó que desde el extravío de Chispita, se difundió principalmente a través de redes sociales, para que la comunidad parrense ayudara a su localización, pues una pequeña niña cada vez que veía a una perrita similar, les decía a sus padres que la acompañaran a preguntar si era la de ella.
Comentó que se trata de una pequeña que quiere a su fiel compañera de regreso, sin embargo ignora que jamás va a regresar, fue una decisión de sus padres, por lo que tampoco quieren interponer una denuncia a fin de evitar dolor y tristeza a su hija, por lo que incluso la sepultaron sin que ella se enterara.
“Ella aún alberga la esperanza de que va a ver a su perrita. Yo respeto ese punto de los padres, pero yo sí le estoy exigiendo a la autoridad que se investigue porque fue un acto de crueldad, fueron 15 días los que estuvo extraviada hasta el lunes en la mañana que me contacta el papá de la niña, dueña de la perrita, y me comenta lo que sucedió”, expuso.
Recordó que fue en el exterior de la casa donde se encontró a Chispa, en el patio trasero sin cabeza y maltratada; además, cerca del hogar hay un plantel educativo, mismos a los que pidió el video de las cámaras que tienen.
“Por desgracia aquí todo se tiene que pedir con oficio, no se negaron, solo me dijeron que con oficio y claro que está el acceso, yo lo ocupaba en el momento para que se investigue a la brevedad y no esperar. La respuesta del área de Ecología del municipio fue de okay, ahorita lo comento”, señaló.
Agregó que la familia no sospecha de quien o quienes pudieron hacer este daño, no tiene problemas con nadie, lo cual se le hace extraño, sin embargo y a pesar del triste final de Chispa, por su hija no quiere hacer más escándalo, ya que aún es muy pequeña y teme que le puedan decir, y ya sufrió mucho estos quince días, como para que se entere de la forma tan atroz en que termino la perrita pastor belga.
Tras lo ocurrido, no solo exige a las autoridades que se investigue y esclarezca el caso, también que se apliquen y se pongan en práctica las leyes estatales en contra del maltrato animal, pues al menos en Parras de la Fuente abundan estos casos, mismos que a falta de interés por parte de las autoridades además de continuar continúan impunes.