La delegación enviada esta semana por Washington a Sudán exigió a los militares en el poder el fin de la violencia contra los manifestantes y la restauración de un gobierno civil para reanudar la asistencia económica al país africano, suspendida desde el golpe de Estado de octubre. (ARCHIVO)
La delegación enviada esta semana por Washington a Sudán exigió a los militares en el poder el fin de la violencia contra los manifestantes y la restauración de un gobierno civil para reanudar la asistencia económica al país africano, suspendida desde el golpe de Estado de octubre.
La subsecretaria de Estado para Asuntos Africanos, Molly Phee, y el enviado especial para el Cuerno de África, David Satterfield, "subrayaron que Estados Unidos no reanudará la asistencia suspendida al Gobierno sudanés sin que se ponga fin a la violencia y se restaure un gobierno liderado por civiles que refleje la voluntad del pueblo de Sudán", indicaron en un comunicado.
Phee y Satterfield condenaron "el uso desproporcionado de la fuerza contra los manifestantes, especialmente el uso de fuego real y la violencia sexual y la práctica de detenciones arbitrarias", y pidieron "investigaciones transparentes e independientes sobre las muertes y lesiones que han tenido lugar" durante las manifestaciones contra el golpe desde el 25 de octubre.
Los dos representantes estadounidenses han viajado a Sudán esta semana tras los incidentes del pasado lunes en los que siete personas murieron en protestas y choques con la policía y se han reunido con los líderes militares del Consejo Soberano (máximo órgano de poder en Sudán), representantes de la oposición civil y familiares de las víctimas de la represión.
Por su parte, el Consejo Soberano, presidido por el comandante en jefe del Ejército, Abdelfatah al Burhan, informó en un comunicado de que durante la reunión de hoy acordaron con los enviados estadounidenses que "las partes sudanesas entablen un diálogo nacional (...) que reúna a todas las fuerzas políticas y de la sociedad" con el fin de alcanzar un acuerdo para salir de la actual crisis.
En el marco de ese diálogo, las partes podrán "realizar enmiendas al documento constitucional acordes a los nuevos desarrollos", agregó la nota, en referencia a la Constitución transitoria pactada en 2019 entre militares y civiles, que fijó entonces la hoja de ruta de la transición.
Asimismo, acordaron la formación de "un gobierno nacional cualificado independiente encabezado por un primer ministro civil para cumplir las misiones de la fase de transición", una promesa que casi tres meses después del golpe de Estado no han cumplido los militares, que ayer mismo crearon un gabinete en funciones con los subsecretarios de los ministros destituidos en la asonada.
Después del golpe del pasado octubre, Estados Unidos retiró 700 millones de dólares destinados a un fondo de asistencia a Sudán, país al que Washington levantó las sanciones económicas tras el inicio de la transición democrática en 2019.