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La esposa del dirigente oficialista venezolano Carlos Lanz confesó ser la autora intelectual del secuestro y posterior asesinato del político, visto por última vez hace dos años, dijo el lunes el fiscal general.
Tarek William Saab indicó que Maxiorisol Cumare se confabuló con un hombre, con quien mantenía una relación sentimental, para pagar 8 mil dólares a sicarios para que asesinaran a su esposo en agosto de 2020.
La confesión de la esposa “no es definitivo para que el caso se cierre”, dijo el fiscal general Saab en una rueda de prensa.
Resaltó que las investigaciones continúan y no se descartan nuevas detenciones. La cifra de detenidos se elevó a 15, con dos nuevas capturas.
Lanz -que presidió entre 2005 y 2007 la empresa estatal Aluminio del Caroní- desapareció de su casa en Maracay, capital del estado central de Aragua, el 8 de agosto de 2020. En la vivienda no se detectaron signos de violencia.
La semana pasada, luego de casi dos años de investigación, el caso dio un giro tras el testimonio de una exempleada doméstica que fue cesada después de casi 20 años de servicios y quien reveló que la esposa del político mantenía una relación sentimental con Glenn Castellanos -miembro de una banda criminal del estado Aragua- que terminó confesando su vínculo y el de Cumare con el crimen.
En su delación Castellanos afirmó que tres meses antes del hecho Cumare le encomendó desaparecer a Lanz, para lo que le entregó las divisas para contratar a sicarios que finalmente fueron los autores materiales del asesinato.
El 6 de julio los investigadores localizaron una fosa en una finca en el vecino estado agrícola de Cojedes donde expertos forenses detectaron rastros de sangre y en la que se presume que habrían arrojado temporalmente los restos de Lanz.
Según Castellanos, la esposa ordenó que el cadáver nunca fuera encontrado por lo que el cuerpo fue desmembrado en esa finca y sus restos dados como alimento a cerdos criados en la propiedad.
El fiscal general, citando a Castellanos, indicó que Cumare “estaba obstinada de cómo Lanz obstaculizaba” un esquema de corrupción en la compra de alimentos y otros insumos cuando se desempeñaba como directora del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista, un organismo gubernamental de formación laboral.
Lanz, exguerrillero y exprofesor universitario, tenía 74 años y en su juventud había purgado 10 años en prisión por su participación en el secuestro en 1976 de un empresario estadounidense.