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El presidente estadounidense, Joe Biden, se apoyó este jueves en los datos económicos recientes del país para defender la fortaleza de la economía estadounidense y concluir: "Esto no suena a recesión".
Biden dedicó los últimos minutos de su discurso sobre las medidas para atajar la inflación para responder "con hechos sobre el estado de la economía" al debate sobre si el país ha entrado en un periodo de recesión tras encadenar el Producto Interior Bruto dos trimestres seguidos de contracción, un 0.2 % entre abril y junio.
Subrayó así los datos "récord" de empleo, con la creación de nueve millones de puestos de trabajo y una tasa de desempleo que está actualmente en el 3.6 %, y habló también de las importantes inversiones que han anunciado grandes compañías en el país.
Citó así las inversiones de miles de millones en semiconductores por parte de tecnológicas como Intel, Samsung and Texas Instruments, o en vehículos eléctricos a cargo de Ford, General Motors, Hyundai y Tesla.
También habló de la ley que se aprueba hoy en la Cámara de Representantes para impulsar la fabricación de chips, y de la inversión que hará su Gobierno para incentivar energías alternativas para reducir la inflación -sobre la que tanto pesan los precios de los combustibles-.
Todo para concluir que "esto no suena a recesión", dijo el mandatario justo antes de abandonar la sala.
Por la mañana, en un comunicado, Biden atribuyó el frenazo económico a las acciones de la Reserva Federal para combatir la inflación e insistió en que Estados Unidos está "en el camino adecuado" para salir reforzado de la pandemia.
"Después del crecimiento económico histórico del año pasado, y tras haber recuperado los empleos del sector privado perdidos durante la pandemia, no es una sorpresa que la economía se esté desacelerando a medida que la Reserva Federal actúa para reducir la inflación", dijo en esa nota.