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Una explosión de gas tras el derrumbe parcial de un edificio en la ciudad portuaria de Tianjin, en el norte de China, dejó tres personas desaparecidas y 11 heridas.
Aunque continúa la investigación, parece que el siniestro se debió al deterioro de la infraestructura luego de más de tres décadas de crecimiento económico desenfrenado.
El desarrollo ha elevado en gran medida el nivel de vida, aunque frecuentemente sin hacer caso de las normas de seguridad y ambientales.
Se derrumbaron tres de los seis pisos del inmueble. La agencia noticiosa oficial Xinhua informó que la explosión se produjo posteriormente, a las 7:15 de la mañana.
Las fotos del lugar mostraron el derrumbe de los pisos superiores, sin que los inmuebles vecinos sufrieran daños.
Tianjin, a una hora en tren desde Beijing, es desde hace tiempo una de las ciudades más desarrolladas y de mayor presencia internacional de China.
En 2015, una enorme explosión en un depósito de productos químicos en esa ciudad mató a 173 personas, en su mayoría bomberos y agentes de policía. Se descubrió que los productos químicos se encontraban bajo registros falsos y que las autoridades locales habían hecho caso omiso de la amenaza en potencia.
China está reemplazado la infraestructura de hace décadas, y uno de los motivos de mayor preocupación son los caños de gas natural utilizados para la cocina, calefacción y generación de electricidad.
Una explosión en 2013 en el puerto de Qiingdao mató a 62 personas tras una filtración en los caños subterráneos.
