Hace 35 años, la tradición de la familia Lozano para dar gracias a San Judas inició con la entrega de una jarra de atole entre quienes se reunían a rezarle.
Ahora, esa cantidad se multiplicó hasta llegar a los 120 kilos de carne en asado rojo y más de 50 kilos de sopa de pasta, para entregarla entre los cientos de asistentes que se dan cita hasta las puertas de su hogar.
Es en el 562 de la calle D de la colonia Eduardo Guerra, al oriente de Torreón, es donde una gran imagen del también conocido como patrono de las causas difíciles y desesperadas, es el que adorna la fachada y el que da la bienvenida a los devotos y no devotos que acuden a degustar los alimentos que se entregan.
César Lozano, cuenta que desde un día antes inicia la preparación de los alimentos para continuar desde las primeras horas del 28 para realizar la entrega.
"La familia es la que la elabora. Mi tía Anita Lozano, es la encargada del asado, nadie puede meter las manos y por eso queda muy rico", dijo mientras su tía daba los últimos toques al asado que hervía ya desde una gran cazuela.
Dos días son los que se tardan en preparar la comida, entre 25 personas, la mayoría integrantes de la familia Lozano y otros más, amigos que ya son parte de su tradición. La fiesta en este hogar encabezado por Don Víctor, inició desde los primeros minutos de este viernes con las tradicionales mañanitas con mariachi y un tamborazo.
Para la 1:30 de la tarde ya del día 28 de octubre, se ofreció una misa a la que poco a poco fueron llegando familias enteras, ansiosas de llevarse un poco del manjar que la familia había preparado y cuyo olor inundaba el lugar, despertando así aún más el deseo de probar.
Al termino de la celebración eucarística, el sacerdote bendijo los alimentos. De inmediato los integrantes de la familia tomaron su lugar para iniciar con la entrega de contenedores desechables, que ellos mismos sirvieron para repartirlos entre los asistentes.
De acuerdo con César, en años anteriores han entregado de 700 a mil contenedores de comida e incluso viandas que llevan los vecinos de otras colonias.
TRADICIÓN
César, recordó que la primera imagen que llegó a casa, fue elaborada por una persona que se encontraba privada de su libertad en el Cereso, la cual se conserva intacta como hace más de 30 años.
Y ahora en el altar que se monta año con año en la fachada de la vivienda, lucen varias imágenes, que se fueron sumando por los devotos del santo.
Parte de la tradición, recordó, es parte del agradecimiento que tiene la familia, luego de que don Víctor sufriera una caída desde un segundo piso de su casa.
"Mi papá se cayó de las escaleras, quedó como seis meses inmovilizado, le pedimos a San Juditas que intercediera por él, y desde ahí se nos han cumplido todos los milagros que hemos pedido, casos difíciles nos ha cumplido", compartió César.
Fue así que un año más la familia dio cumplimiento al compromiso que establecieron con uno de los santos con mayor devoción, no solo en la región sino en gran parte del país, por debajo de la Virgen de Guadalupe.
Fueron más de 100 kilos de carne y 50 kilos de sopa, los integrantes de la familia Lozano entregaron entre los asistentes. (FERNANDO COMPEÁN)
