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El Fondo Monetario Internacional (FMI) visitará Sri Lanka la próxima semana, en busca de garantías para otorgar un muy necesitado programa de rescate para a hacer frente a la crisis económica de la nación insular, con una deuda "insostenible".
“Una delegación del FMI planea visitar Colombo del 24 al 31 de agosto para continuar las conversaciones con las autoridades de Sri Lanka sobre reformas y políticas económicas y financieras", anunció el organismo en un comunicado difundido hoy.
Sri Lanka acudió al FMI para obtener un programa de rescate financiero en medio de la peor crisis económica de su historia, provocada en parte por la falta de divisas extranjeras y la consecuente escasez de combustible y productos de primera necesidad.
La nación insular, con unos 1,800 millones de dólares en reservas en divisas, bajo mínimos históricos, espera conseguir unos 4 mil millones de dólares del FMI que le permitan reestablecer el equilibrio fiscal.
El objetivo de la visita que se producirá la próxima semana "es avanzar hacia la consecución de un acuerdo sobre un posible arreglo del Servicio Ampliado de Fondos (EFF) del FMI en el corto plazo".
Sri Lanka, que declaró el impago de su deuda exterior, y requiere de decenas de miles de millones de dólares para atender sus compromisos domésticos e internacionales, necesita con urgencia flujo de caja para cubrir necesidades básicas como combustible, medicinas, o alimentos, que han venido escaseando de manera crónica en los últimos meses.
"Debido a que la deuda pública de Sri Lanka se considera insostenible, la aprobación del programa EFF por parte del Directorio Ejecutivo del FMI requeriría garantías adecuadas por parte de los acreedores de Sri Lanka de que se restablecerá la sostenibilidad de la deuda", indicó el FMI.
Una delegación del FMI visitó hace dos meses la isla asiática para una ronda de negociaciones con el Gobierno de Sri Lanka, donde la precariedad económica ha desencadenado una grave crisis política y social.
Aunque las autoridades esperaban un avance positivo de estos encuentros para mediados de agosto, una revuelta civil derivada de la crisis que viven los esrilanqueses sumió al país en caos, y provocó a mediados de julio la renuncia del expresidente Gotabaya Rajapaksa, poniendo en suspenso el acuerdo.
La Administración del ahora presidente, Ranil Wickremesinghe, electo el 20 de julio pasado por el Parlamento, tras más de una semana de crisis institucional, ha intentado llevar las negociaciones a término.
El Banco Central de Sri Lanka (CBSL) aseguró esta semana que las conversaciones están teniendo "buen progreso" y esperan alcanzar a finales de agosto un acuerdo inicial para obtener un préstamo.
La aprobación de este acuerdo supone una serie de reformas estructurales profundas para reducir el gasto público y establecer políticas sostenibles.