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Violentos enfrentamientos entre aficionados obligaron a detener el partido de la liga mexicana de fútbol que se realizaba el sábado entre el Querétaro y el Atlas.
El encuentro de la novena fecha del torneo Clausura estaba 1-0 a favor del Atlas, campeón vigente de México, a los 62 minutos, cuando estalló al menos un par de riñas en distintas zonas del graderío.
Los encargados de seguridad del inmueble abrieron las rampas de acceso de la tribuna hacia la cancha, para dejar que descendieran los aficionados que no peleaban, incluyendo varias mujeres y niños. Las imágenes de televisión mostraron a algunos menores que buscaban refugiarse, algunos entre lágrimas.
Los jugadores del equipo visitante huyeron de inmediato a los vestuarios junto con algunos más del Querétaro. Pero algunos otros integrantes del conjunto queretano, como el portero uruguayo Washington Aguerre, permanecieron en el banquillo y trataban de pedirle calma a los rijosos.
Luego de unos minutos, varios aficionados que reñían en la tribuna invadieron la cancha, donde continuaron agrediéndose a puñetazos y patadas. Algunos utilizaron sillas y barras metálicas para golpearse.
Fue posible ver por la TV que un aficionado recortaba las redes de uno de los arcos. Otros destrozaban uno de los banquillos y algunos más peleaban en los túneles.
No quedaba claro de inmediato cuándo podría reanudarse el partido o si éste se cancelaría.
La barra del Atlas ha participado en hechos anteriores de violencia, tanto en las gradas del estadio Jalisco como en algunos otros escenarios.
Los hechos de violencia quedaron registrados en videos y fotografías que han sido difundidas en redes sociales: