(FILIP SINGER / EFE)
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que su gobierno no apoya la idea de construir un nuevo gasoducto para bombear gas natural entre la Península Ibérica y el resto de Europa, a pesar de la crisis energética del continente.
Desde el inicio de la guerra en Ucrania, los países de la Unión Europea tratan de encontrar una forma conjunta de dejar de depender del gas ruso. España está presionando para construir otro gasoducto más grande hacia Francia, un plan que el canciller alemán Olaf Scholz reiteró su apoyo el miércoles.
Antes de una reunión el jueves de los líderes de países europeos en Praga, Macron indicó que los oleoductos existentes entre España y Francia solo se estaban utilizando entre 50% y 60% de su capacidad en este momento.
“¿Qué necesita Europa en los próximos años? Producir más electricidad en su suelo y tener una estrategia (energética) renovable y nuclear”, dijo el mandatario francés.
El nuevo gasoducto necesitaría de cinco a ocho años para construirse, dijo Macron, sugiriendo que Francia no quiere importar grandes cantidades de gas a largo plazo.
“Creo que nuestra prioridad es más bien conseguir más interconexión eléctrica en Europa, por lo que estoy más a favor de estos proyectos”, agregó.
El mes pasado, el primer ministro de Portugal dijo que las autoridades europeas estaban considerando un gasoducto de gas natural licuado de España a Italia como una forma de sortear la oposición de Francia.