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El secretario de Estado estadounidense Antony Blinken acusó a Rusia el jueves de utilizar los alimentos como arma y de retener granos para millones de personas de todo el mundo con el fin de ayudarse a lograr lo que su invasión a Ucrania no ha podido: “quebrar el espíritu del pueblo ucraniano”.
En una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas convocada por Estados Unidos, Blinken dijo que la guerra ha paralizado el comercio marítimo en amplias zonas del Mar Negro y volvió la región insegura para la navegación, reteniendo las exportaciones agrícolas ucranianas y poniendo en riesgo los suministros globales de alimentos.
Blinken dijo que la reunión, que él presidió, se estaba llevando a cabo “en un momento de hambre global sin precedentes” azuzada por el cambio climático y el COVID-19, “y agravada por el conflicto”.
Desde que Rusia inició su invasión el 24 de febrero, señaló, sus operaciones navales han intentado controlar el acceso al sector noroccidental del Mar Negro y al Mar de Azov, y bloquear puertos ucranianos, algo que Estados Unidos considera se trata de un “intento deliberado” de bloquear el paso seguro y obstruir el comercio marítimo.
“A consecuencia de las acciones del gobierno ruso, unos 20 millones de toneladas de granos están almacenados en silos ucranianos en un momento en que los suministros alimentarios globales disminuyen y los precios se disparan, provocando que más gente en todo el mundo experimente inseguridad alimentaria”, manifestó Blinken.
El embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, calificó de "absolutamente falsos” los alegatos de Estados Unidos y otras naciones occidentales “de que queremos que todo el mundo se muera de hambre y de que sólo a ustedes y a Ucrania supuestamente les importa cómo salvar las vidas del país”.
“Ustedes afirman que supuestamente nosotros estamos impidiendo que los productos agrícolas sean sacados de Ucrania por mar”, señaló. “Sin embargo, la verdad es que es Ucrania y no Rusia la que ha bloqueado 75 navíos de 17 Estados en los puertos de Nikolaev, Jersón, Chernomorsk, Mariúpol, Ochakov, Odesa y Yuzhniy, y ha colocado minas en las vías navegables”.
Nebenzia advirtió que “a menos que este problema sea solucionado, no podemos hablar de ninguna oportunidad de exportar granos ucranianos por mar”.
Hizo énfasis en que Rusia sigue siendo “un proveedor responsable de alimentos y energía”.
Moscú prevé una cosecha récord de trigo y puede ofrecer exportar 25 millones de toneladas de granos desde el 1 de agosto hasta fin de año a través del puerto de Novorossiysk, indicó, y también está dispuesto a hablar de cuando menos 22 millones de toneladas de fertilizante para exportación de junio a diciembre.
Pero Nebenzia dijo que las más de 10.000 sanciones impuestas a Rusia han interrumpido las rutas de transporte, han impedido la circulación de los buques rusos, les han prohibido la entrada en los puertos, han causado problemas de flete y de seguros, han restringido las transacciones comerciales y han creado dificultades en las operaciones bancarias.
“Si no quieren levantar sus sanciones por elección, ¿por qué nos acusan de causar esta crisis alimentaria?”, preguntó. ”¿Por qué como resultado de sus juegos geopolíticos irresponsables, los países y regiones más pobres tienen que sufrir?”
Blinken calificó de falsas las afirmaciones de Rusia de que las sanciones son las culpables del agravamiento de la crisis alimentaria mundial, y declaró que “la decisión de militarizar los alimentos es de Moscú y sólo de Moscú”.