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Como parte de su agenda sustentable, el gobierno de Países Bajos se fijó como objetivo para 2030, reducir en 30 % la población animal de su sector pecuario, esto con la finalidad de disminuir en 50 % sus emisiones de nitrógeno.
Esta situación ha llevado a los ganaderos a manifestarse, incluyendo la visita en el domicilio personal de Christianne van der Wal, ministro de la Naturaleza y el Nitrógeno en ese país para protestar contra las opciones que se les plantean: ser sostenibles, reubicar sus explotaciones o cerrarlas.
Los afectados han asegurado que además de dejarlos sin trabajo y sustento económico, los efectos de las nuevas legislaciones tendrán un impacto sin precedentes en el abasto alimentario a nivel nacional.
Las autoridades han propuesto compensar a los ganaderos por la venta de sus unidades operativas; sin embargo, no se descartó la expropiación de algunas de estas instalaciones si se ubican en la cercanía de reservas naturales.