(ESPECIAL)
El Gobierno de Sri Lanka anunció este lunes que privatizará dos subsidiarias de la aerolínea nacional del país, SriLankan Airlines, como parte de las medidas para estabilizar la debilitada economía del país.
"Las pérdidas de SriLankan Airlines ascienden (desde 2010) a 401 mil millones de rupias esrilanquesas (unos 5 mil18 millones de dólares)", afirmó el ministro de Puertos, Navegación y Aviación, Nimal Siripala de Silva, durante una rueda de prensa en Colombo.
"Nuestro desafío es cómo mantener la aerolínea, es difícil seguir adelante con este tipo de grandes pérdidas. De este modo, el Gobierno ha decidido que esta reestructuración es fundamental", dijo.
Las autoridades de la nación insular decidieron vender un 49 % de la empresa subsidiaria de restauración de SriLankan Airlines, así como un 49 % de la compañía encargada de gestionar los servicios en tierra.
De Silva subrayó que el Gobierno carece de liquidez suficiente para mantener la aerolínea nacional y afirmó que las ganancias estarán dirigidas a paliar la deuda de la compañía.
Pero el analista político Aruna Kulatunga señaló que esta decisión podría dañar las negociaciones en marcha para relanzar otras corporaciones estatales en pérdidas como la Junta de Electricidad Ceylon (CEB) mediante sociedades público-privadas.
"El Gobierno, con el apoyo del FMI y otros consejeros comerciales y legales (...), debería examinar esta cuestión de forma holística, teniendo en cuenta los vínculos de deuda que existen entre las diferentes empresas públicas", explicó Kulatunga.
Sri Lanka retomó la semana pasada las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para cerrar un programa de rescate urgente que ofrezca un respiro a la crisis económica.
El país asiático, que disponía de unos 1,800 millones de dólares en reservas en divisas a finales de julio, en mínimos históricos, espera conseguir unos 4 mil millones de dólares del FMI que le permitan restablecer el equilibrio fiscal.
Esta falta de divisas provocó en parte la peor crisis económica de la historia de Sri Lanka desde su independencia, con la consecuente escasez de combustible y productos de primera necesidad que obligaron a los esrilanqueses a vivir con cada vez menos recursos.
La crisis desató protestas por todo el país que forzaron la huida en julio del expresidente Gotabaya Rajapaksa, acusado de corrupción e inoperancia, y la elección posterior del nuevo mandatario, Ranil Wickremesinghe.