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El gobierno federal le ha dado espacio al Banco de México (Banxico) para evitar un alza mayor de tasas de interés en la lucha contra la inflación, principalmente por los subsidios a las gasolinas, opinaron expertos. México tiene al banco central autónomo que menos ha aumentado el costo del dinero en América Latina.
A lo largo del último año y medio, Banxico incrementó su principal tasa en 3.50 puntos porcentuales, de 4.25% a 7.75% anual. En cambio, el banco central de Brasil lleva un aumento de 11.25 puntos durante el mismo lapso, cuya tasa pasó de 2% a 13.25%; Chile hizo un ajuste de 8.50 unidades para mover su tasa de 0.50% a 9%. Perú aplicó una dosis de 5.25 puntos y su tipo de interés subió de 0.25% a 5.50%. En tanto, Colombia sumó 5.75 unidades, cuya tasa de intervención se elevó de 1.75% a 7.50%.
A pesar de la menor contundencia monetaria, México sobresale por tener una inflación de 7.9% en la primera quincena de junio, tasa que si bien es la más alta en 21 años, es la menor de todos los países de la región. Esto se debe a que, de alguna forma, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador está rescatando al banco central para que no suba tanto la tasa referencial y limite el crecimiento económico, opinó el profesor e investigador de la Escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana, Gabriel Pérez del Peral.
Puso de manifiesto que el subsidio a los combustibles inhibe la velocidad de los precios al consumidor porque 80% de las mercancías se transportan por carretera en territorio mexicano, lo que permite a Banxico no aumentar un punto porcentual la tasa. "El gobierno está ayudando a Banxico para que no suba la tasa 100 puntos base", afirmó.
Desde su punto de vista, los mercados le están diciendo al banco central: "No vas a poder controlar la inflación con la política monetaria". "Al igual que la Reserva Federal en Estados Unidos, Banxico se tardó en reaccionar, y le están diciendo te quedaste dormido", matizó en entrevista.
De ahí que ahora que está desbocada la inflación, definitivamente con el subsidio a las gasolinas se está rescatando a Banxico, porque de lo contrario el precio de las gasolinas que pagarían los consumidores sería de más de 30 pesos, manifestó. Sin embargo, lamentó que este rescate se haga a costa de las finanzas públicas, cuando se deberían destinar más recursos a los presupuestos de salud, educación e infraestructura. De acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), los estímulos a gasolinas han pasado una factura al erario por 88 mil 241 millones de pesos entre enero y mayo de este año.
En opinión del investigador, más que luchar contra la inflación, los gobiernos de los principales países de América Latina otorgan dádivas para perpetuarse en el poder. Frente a expectativas inflacionarias en deterioro se está viendo que más latinoamericanos, sobre todo centroamericanos, están migrando, apuntó.
"La inflación acelerada es un factor para que la migración esté en aumento, lo que provocará recesión y más pobreza", advirtió. En lo anterior coincidió la economista en jefe de Finamex, Jessica Roldán, al afirmar que a falta de ese estímulo fiscal, el banco central tendría que decretar incrementos más agresivos a los 75 puntos base que anunció el pasado 23 de junio.
"Sin duda, porque las expectativas de inflación probablemente estarían aumentando en el mediano plazo", indicó. Dentro de su escenario central, prevé que el estímulo fiscal a gasolinas va a continuar, de modo que ve poco probable la posibilidad de que Banxico aplique un alza de 100 puntos en su tasa.
Apagafuegos
Para el profesor e investigador del Tecnológico de Monterrey campus Santa Fe, Pablo López Sarabia, más que un rescate es un apoyo que no debe tomarse como algo incorrecto, porque eso significa que hay coordinación entre la política fiscal y la monetaria.
Aunque reconoce que siempre una "ayudadita extra no está mal", debido a que cualquier acción coordinada da un respiro. Por eso es que, desde Banxico, no se ve mal que se contenga de alguna manera el gasolinazo, porque el banco central está haciendo lo propio con las herramientas monetarias. Señaló que la crítica debería estar dirigida más bien al por qué Banxico tardó tanto tiempo en reaccionar para encarecer el costo del dinero.
"Un aprendizaje para aplicar en el futuro es que el banco central tiene que actuar a la primera señal de humo y no esperar a que haya un incendio con llamaradas; ser más preventivos", dijo.
El jueves pasado, la Secretaría de Hacienda reconoció que si no aplicara los estímulos fiscales directos al consumidor y, de manera indirecta, a los productores de combustibles, tendríamos una inflación de 11% y la gasolina costaría 35 pesos por litro. Además, la dependencia aseguró que el Paquete contra la Inflación y la Carestía (Pacic), que lanzó a principios de mayo, está dando resultados. Destacó que dentro de los 24 productos con precios reducidos incluidos en el paquete, destacan por su deflación el limón, con una reducción en su precio de 9.5%, así como el azúcar, cebolla, jitomate y papel higiénico.