Este domingo el invicto peleador queretano, David ‘General’ Cuéllar (20-0-0, 13 KO) enfrentará al centroamericano Ricardo ‘Big Bang’ Blandón.
El Centro de Convenciones y Medios del Colegio Boston de Cancún está listo para albergar la guerra entre México y Nicaragua, cuando este domingo el invicto peleador queretano, David ‘General’ Cuéllar (20-0-0, 13 KO) enfrente al centroamericano Ricardo ‘Big Bang’ Blandón (15-4-0, 9 KO) por el cinturón Supermosca de la Federación Centroamericana de Boxeo (Fecarbox) que avala el Consejo Mundial de Boxeo (WBC, por sus siglas en inglés), en duelo pactado a 10 asaltos.
En la ceremonia de pesaje, Cuéllar Contreras, de 20 años de edad, registró 52.700 kilogramos, en tanto que el nica se excedió por alrededor de medio kilo, por lo que requirió de dos horas para quedar en los 53.500 kg., quedando listos ambos para el combate.
“Estoy listo para enfrentar al rival, quien se presentó a este compromiso pasado de peso, pero eso no impedirá que busque ganarle antes del límite. Seguro que no voy a perder y ya veremos quién tiene más dinamita en los puños, luego que él ha dicho que tiene más poder que yo. Este triunfo va dedicado a mi familia y a toda la afición de Cancún”, dijo el “General".
Mientras que el “Big Bang” Blandón anticipó que será una buena pelea, “nadie me ha noqueado y no creo que eso ocurra, al contrario, yo voy a buscar imponerme por esa vía desde que suene el primer campanazo, tengo el poder necesario para conseguirlo”.
Recordó que en tres ocasiones ha peleado en Cancún, aunque como boxeador amateur, así que será la primera vez que lo haga como profesional y está decidido a ofrecer una actuación contundente para regresar a casa con el cinto en su poder.
En la contienda semiestelar, el invicto mexicano Cristopher “Pollo” López (14-0-1, 10 KO) tendrá como adversario al también nicaragüense Dixon Flores (17-8-3, 6 KO) en pelea de peso Supergallo agendada a 10 asaltos.
El púgil tapatío paró la aguja de la báscula en 55.200 kilogramos, mientras que Flores registró 55.300 kilos. Ambos demostraron absoluta confianza en terminar con el puño en alto, lo cual augura un choque explosivo.
