El sindicato acusa al gobierno conservador de negarles a las las empresas flexibilidad suficiente para proponer un incremento salarial considerable. (AP)
Decenas de miles de trabajadores ferroviarios no ocuparon sus puestos de trabajo el martes en Reino Unido, paralizando la red de trenes en la mayor huelga del sector en las últimas tres décadas.
Alrededor de 40 mil trabajadores de limpieza, señalización, mantenimiento y estaciones participaron en un paro de 24 horas, con otros dos previstos para el jueves y el sábado. Para agravar los problemas de los usuarios, el metro de Londres también registró paros el martes.
La disputa se centra en los salarios y en las condiciones de trabajo en un momento en que los ferrocarriles británicos tratan de recuperarse de la pandemia del coronavirus.
Las principales estaciones estaban prácticamente desiertas el martes en la mañana, con unos servicios mínimos de apenas un 20% de los trenes de pasajeros.
Priya Govender, que trabaja como jefa de enfermería, estaba en la estación de London Bridge tratando de regresar a su casa al sur de la ciudad.
“No podré tomar un bus porque están llenos. Tendré que tomar un Uber”, afirmó. “Mi día ha sido horrible. Va a ser un día largo y todavía tengo toda una jornada de trabajo".
El paro alteraba los planes de los empleados para llegar a sus puestos de trabajo, de los estudiantes que están en poca de exámenes y de los aficionados a la música que se dirigían al Festival de Glastonbury, que comienza el miércoles en el suroeste de Inglaterra.
Kate Nicholls, directora ejecutiva del grupo sectorial UKHospitality, señaló que el paro privará a restaurantes, cafés y bares de un negocio muy necesario.
“La frágil confianza del consumidor recibirá un nuevo golpe. Miles de personas que pueden y están dispuestas a gastar dinero en locales de hostelería en todo el país no podrán hacerlo, mientras que el personal, sin duda, tendrá problemas para llegar incluso al trabajo", explicó.
En Reino Unido hubo cerca de 1,000 millones de desplazamientos en tren en el último año hasta marzo. pero la cifra está por debajo de los niveles previos al COVID-19, y tanto trenes como empresas, que se han mantenido a flote con el respaldo del gobierno durante los dos últimos años, están buscando reducir costos y personal.
Las conversaciones de última hora del lunes no arrojaron avances. El Sindicato Ferroviario, Marítimo y de Transporte sostiene que no aceptará la oferta de las operadoras ferroviarias de subir los salarios un 3%, que está muy por debajo de la tasa de inflación actual, que alcanza el 9%.
El sindicato acusa al gobierno conservador de negarles a las las empresas flexibilidad suficiente para proponer un incremento salarial considerable.
El ejecutivo, por su parte, apunta que no está implicado en las conversaciones, pero ha advertido que grandes alzas provocarán una espiral que aumentará todavía más la inflación.
El primer ministro, Boris Johnson, acusó a los sindicatos de “dañar a la población a la que dicen estar ayudar” y reclamó “un compromiso sensible por el bien del pueblo británico y de los trabajadores ferroviarios”