(ARCHIVO)
El primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán, aseguró este miércoles que los planes de la Unión Europea (UE) de comprar de forma conjunta gas para así bajar el precio le recuerda a los tiempos de COVID-19, cuando la compra conjunta de vacunas era "lenta y cara".
"El último plan de Bruselas sobre la compra conjunta de gas me recuerda a la época en la que comprábamos vacunas juntos. Lento y caro", asegura Orbán en su cuenta de Twitter.
"Espero un gran debate en la próxima cumbre", afirmó Orbán, el mejor aliado de Moscú en la UE, que critica todas las sanciones contra Rusia que afectan las fuentes de energía, a pesar de que Hungría siempre ha aprobado al final los paquetes punitivos comunitarios.
"Basta de las erróneas sanciones de Bruselas", afirmó Orbán también hoy en la red social Facebook.
La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, prometió hoy explorar todas las opciones para reducir el precio de energía y en un discurso ante el Parlamento Europeo señaló que "merece la pena considerar" el desarrollo de un mecanismo similar a la excepción ibérica para limitar el precio del gas dentro del mercado de la electricidad en toda la UE.
La CE planteó también, entre otros, el tope flexible en el precio del gas natural y la compra conjunta del 15 % del gas necesario para llenar los depósitos en el invierno 2023-2024.
Hungría depende mucho de las fuentes de energía rusas y ha recibido una excepción, junto con otros países de la región de Europa Central, al embargo del crudo proveniente de Rusia.
En los primeros meses de la pandemia del COVID el Gobierno de Orbén se desmarcó de sus socios comunitarios y compró más de un millón de dosis de la vacuna china Sinopharm, cuyo precio de 62 dólares (63.4 euros) por dosis era justo el doble del fármaco occidental más caro, Moderna (31 dólares, o sea 31.7 euros).
Además de más caras, las vacunas chinas eran también menos efectivas que las desarrolladas por empresas occidentales.