(ESPECIAL)
La medida del gobierno para impedir las exportaciones de chatarra de aluminio y de acero, con el fin de bajar costos de producción y contener la inflación, afectará a las maquiladoras que operan en México y que utilizan metales como insumo.
Así lo señaló el presidente del Comité de Acuerdos y Tratados Internacionales del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), Israel Morales, al explicar que hay casos en que se recupera sólo 15% y hay un desperdicio de 85% de insumos de aluminio y acero, dependiendo de la madurez de la empresa.
"Tenemos altos volúmenes de desperdicio, mucho más que las rebabas y las soldaduras. Nosotros generamos un gran volumen de desperdicio. Pero hasta el momento no sabemos cómo va a ser el impedimento para exportar la chatarra de aluminio y acero", dijo a EL UNIVERSAL.
En general, agregó, "la industria maquiladora no puede deshacerse del desperdicio de aluminio y acero. Las empresas mexicanas no tienen control sobre a dónde destinar ese desperdicio, es el corporativo en el extranjero el cual determina qué hacer con el desperdicio".
Hace dos semanas, el presidente Andrés Manuel López Obrador y un grupo de 15 empresas firmaron el Acuerdo de apertura contra la inflación y la carestía (Apecic), plan que incluyó la cancelación temporal de la exportación de chatarra de aluminio y acero utilizado en los envases de alimentos.
Morales expuso que no se sabe bien cómo aplicará esta prohibición y que antes de que se anunciara la renuncia de Tatiana Clouthier como secretaria de Economía se solicitó más información, pero hasta el momento no cuentan con más detalles.
"Se necesita saber a quiénes se les va a dar exención, si será a los que recolectan latas o si es a las empresas que se dedican a la transformación", mencionó el directivo.
De prohibirse la exportación de chatarra en general, se afectará a las industrias de autopartes, equipo pesado, eléctrico, electrónica, maquinaria y equipo pesado que generan mucho desperdicio, destacó Morales.
En su opinión, "el sector industrial genera importantes volúmenes de desperdicio y tiene cadenas de suministro totalmente hechas. Nos parece una medida con poco cálculo de las afectaciones que puede provocar a la cadena de suministro".
Además, expuso que uno de los problemas es que, si la chatarra se queda en el territorio nacional, tiene que haber empresas con capacidad de procesar el desperdicio de aluminio, porque no cualquiera lo hace.
Si se trata de quedarse con la chatarra de acero para procesarla en el país, las empresas acereras y recolectores de chatarra o empresas que la generan tendrán que negociar nuevos contratos, lo que puede tomar tiempo, considerando que ya se tienen otros compromisos.