La meta del Banco de México es reducir la inflación al 3%. (ARCHIVO)
La tasa de inflación mexicana subió en la primera quincena de marzo hasta el 7.29% tras un aumento de los precios en este periodo del 0.48% respecto a la quincena anterior, impulsado por los energéticos y los alimentos, informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En la misma quincena de 2021, hace justo un año, hubo un aumento del 0.53% en el índice de precios al consumidor (IPC), con lo que la inflación quedó entonces en el 4.12% anual.
El dato anual de esta primera quincena de marzo supone también un ligero aumento frente al de febrero, cuando la inflación quedó en un 7.28% interanual.
No obstante, el país por el momento no se ve tan afectado por el impacto en los precios al consumidor que está teniendo la guerra en Ucrania en buena parte del mundo.
El índice de precios subyacente, considerado un mejor parámetro para medir la carestía general porque elimina artículos de alta volatilidad en sus precios, aumentó el 0.35% quincenal y dejó la tasa anual en el 6.68%, señaló el INEGI en un comunicado.
Dentro del subgrupo de bienes y servicios subyacentes, las mercancías aumentaron el 0.49 % y los servicios crecieron un 0.20%, con una tasa anual del 8.54% y del 4.57%, respectivamente.
En los no subyacentes, los agropecuarios aumentaron un 0.24 % respecto al periodo anterior y los energéticos y tarifas autorizadas por el Gobierno aumentaron 1.35%.
A nivel anual, los precios de los agropecuarios aumentaron un 15.93%, mientras que las tarifas energéticas se elevaron un 4.28%.
De este modo, la partida de no subyacentes aumentó un 0,86 % quincenal y aumentó un 9,10 % interanual.
Por último, el índice de precios de la canasta de consumo mínimo, conformada por 176 productos y servicios, presentó un aumento del 0.51% quincenal y del 7.88% interanual.
"En México, la inflación de la primera quincena de marzo se ubicó en una tasa anual 7.29 % y una tasa quincenal de 0.48 %, lo cual está por debajo de las expectativas, principalmente debido al componente no subyacente de inflación, que incluye los precios de los productos más volátiles como agropecuarios y energéticos", dijo en un mensaje compartido a Efe la directora de análisis económico del Banco Base, Gabriela Siller.
Siller destacó que pese a que la inflación no subyacente quincenal se ubicó "por debajo de lo esperado", fue su mayor alza desde la segunda quincena de noviembre.
"A pesar de que la inflación no subyacente estuvo por debajo de lo esperado, al interior se observan presiones significativas en los precios de los energéticos, las cuales por ahora han sido limitadas por los estímulos a los precios de las gasolinas", agregó la experta.
NIVELES NO VISTOS EN 20 AÑOS
La reactivación económica en México llegó tras dos meses de suspensión de todas las actividades económicas no esenciales, en abril y mayo de 2020, debido a la crisis del coronavirus, lo que tuvo un fuerte impacto en la producción y el consumo.
Los precios al consumidor cerraron 2021 con una subida del 7.36%, un nivel no visto en dos décadas, debido al alza de insumos básicos como los agropecuarios o la energía.
La inflación de 2020 cerró en un 3.15%, mientras que en 2019 la inflación fue del 2.83 % y en 2018 los precios al consumidor se elevaron un 4.83%.
Los precios al consumidor escalaron hasta el 6.77% a finales de 2017, la tasa más alta desde 2000, que fue motivada por un alza en el precio de los combustibles.
La meta del Banco de México es del 3% anual.