(FILIP SINGER / EFE)
La inflación interanual en Alemania se moderó ligeramente en noviembre, aunque se mantiene en un elevado 10%, después de alcanzar en octubre un máximo del 10.4%, informó hoy la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
Respecto a octubre, el índice de precios al consumo (IPC) descendió un 0.5%.
Según el presidente de Destatis, Georg Thiel, "la tasa de inflación se mantiene en un elevado nivel del 10.0 % a pesar de una ligera moderación de los precios de la energía".
"Observamos cada vez más también subidas de precios en muchos otros bienes además de la energía. Especialmente notable para los hogares es la creciente subida de los precios de los alimentos", precisó.
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, se han elevado especialmente los precios de la energía y los alimentos de manera notable y siguen teniendo un impacto significativo en la tasa de inflación.
Como consecuencia de la situación de guerra y crisis, los problemas de suministro y la evolución de los precios en las fases económicas previas influyen asimismo en la tasa de la inflación, lo que lleva al encarecimiento también de otros bienes y servicios.
Una de las primer medidas del tercer paquete de ayudas del Gobierno alemán, la reducción del IVA para los suministros de gas y calefacción urbana del 19 % al 7 %, que entró en vigor en octubre, tuvo un efecto moderador sobre la inflación de estos productos energéticos.
A pesar de las medidas de alivio, los productos energéticos se encarecieron en noviembre un 38.7 % interanual, aunque el aumento de precios se debilitó un poco tras el 43.0 % de octubre.
El precio de la energía doméstica se incrementó de forma especialmente acusada, en un 53.2 %.
Así, los precios del gas natural aumentaron más del doble -un 112.2 %- y los de calefacción urbana, un 36.6 %.
La calefacción con otras fuentes de energía también se encareció: la leña, los pélets u otros combustibles sólidos aumentaron un 96.3 % y el gasóleo ligero para calefacción, un 55 %.
En tanto, la electricidad subió un 27.1 %.
Los consumidores tuvieron que pagar bastante más no solo por la energía doméstica, sino también por los carburantes -un 14,6 %-.
Los alimentos se encarecieron en noviembre un 21.1 % interanual, un aumento de precios que más que duplica al de la inflación general, y después de subir ya un 20.3 % en octubre y, en general, de hacerlo gradualmente desde principios de año.
Una vez más, se observaron subidas de precios en todos los grupos de alimentos: las grasas y aceites se encarecieron considerablemente -un 41.5 %-, así como los lácteos y huevos -un 34.0 %-, el pan y los cereales -un 21.1 % y las hortalizas -un 20.1 %.
Sin tener en cuenta el impacto de la energía, la tasa de inflación se habría situado en noviembre en el 6.6 %, y sin contar la energía y los alimentos, en el 5 %.
Los precios de los bienes en su conjunto aumentaron un 17.1 % interanual: los bienes fungibles subieron con un 22.8 % todavía más, mientas que los bienes de consumo duradero aumentaron un 6.6 %.
Los precios de los servicios en su conjunto crecieron un 3.6 % interanual, entre ellos los alquileres netos, que aumentaron un 1.7 %.
Los servicios que más se encarecieron fueron los de restauración -un 9.8 %-, los de peluquería e higiene personal -un 7.5 %- y el mantenimiento y reparación de vehículos -un 7.4 %-.
Los billetes de trenes de cercanías y los combinados de tres, autobús y similares se encarecieron un 2.5 % y un 2.0 % en noviembre, después de expirar ya con el fin de agosto el billete subvencionado de transporte público a 9 euros al mes.
En cambio, sólo unos pocos servicios fueron más baratos, por ejemplo, las telecomunicaciones, un 1.3 %.
El IPC armonizado para Alemania, el que se calcula con criterios comunitarios, se elevó en noviembre un 11.3 % en términos interanuales y se mantuvo respecto al mes anterior.
