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La inflación en Brasil subió 0.16 puntos porcentuales en junio pasado, hasta el 11.89 % en la variación interanual, impulsada por sectores como los alimentos y bebidas, informó este viernes el Gobierno.
Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IGBE), el índice de precios al consumidor creció un 0.67 en junio comparado con mayo de este año, y en lo que va de 2022 acumula una variación positiva del 5.49 %, lejos de las metas fijadas para este año por el Banco Central.
La fuente oficial señaló que, de los nueve grupos analizados, los productos de vestuario tuvieron un aumento intermensual del 1.67 % en junio, mientras que los alimentos y bebidas, que tienen un gran impacto en el índice general, registraron una subida del 0.80 %.
"El resultado estuvo influido por el aumento en los precios de los alimentos para consumo fuera del domicilio (1.26 %)", afirmó el responsable del estudio del IGBE, Pedro Kislanov.
Unido a ello, el sector de salud y cuidados personales tuvo un aumento en los precios del 1,24 %, los del transporte subieron un 0.57 % y los de vivienda, que habían retrocedido en mayo, se incrementaron en junio un 0.41 %.
Al evaluar la evolución de los precios en Brasil durante el primer semestre, Kislanov destacó que en el primer trimestre fueron también los alimentos los que más impactaron en la inflación, aunque entre abril y junio se observó una reducción.
El pasado 30 de junio, el instituto emisor admitió que, de acuerdo con la tendencia, este año se superará el techo de la meta de la inflación fijada por el Gobierno por segundo año consecutivo, en medio de la creciente subida de los precios en el país.
El Banco Central elevó del 88 al 100 % el riesgo de que Brasil incumpla la meta de la inflación, del 3.5 %, con un índice de tolerancia de 1.5 puntos porcentuales, de acuerdo con lo que indicó en el último trimestre trimestral de inflación.
Debido al aumento de la inflación, el Banco Central se ha visto obligado a elevar paulatinamente los tipos oficiales de interés, que ahora están en el 13.25 % anual, su nivel más alto desde diciembre de 2016.
En el acta de su última reunión, el órgano emisor indicó que pretende seguir elevando la tasa básica de intereses hasta que la inflación dé señales de desaceleración.
Brasil cerró 2021 con una inflación del 10.06 %, la mayor tasa acumulada desde 2015, cuando el índice fue del 10.67 %. Entidades financieras como el Banco Santander Brasil calculan que en 2022 el país terminará con una inflación de entre el 9.5 y 7.8 %.
Algunos analistas creen que en julio la presión en los precios se reducirá e, inclusive, apoyan la idea de que se cierre este mes con una variación negativa en el índice de precios al consumidor respecto a junio pasado.
Esa creencia se apoya en las medidas adoptadas por el Parlamento en junio pasado, cuando aprobó un límite máximo del 17 % del impuesto que se aplica a los combustibles, la electricidad, las telecomunicaciones, el transporte público y el gas natural.
Proyecciones de entidades financieras indican que Brasil puede cerrar en julio con una deflación de entre el 0.65 % y el 1.25 % respecto al mes inmediatamente anterior.
En caso de que se confirme una variación negativa de los precios en julio, será la primera vez que Brasil acaba con deflación desde mayo de 2020 teniendo en cuenta el índice intermensual.
Los analistas, en cambio, no creen que se mantenga esa tendencia, ya que prevén que en agosto se recupere el ritmo que ha habido en el primer semestre de este año.