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La inflación de Estados Unidos se desaceleró más de lo esperado en julio tras ubicarse en 8.5% respecto al año anterior gracias a la disminución de los precios de los energéticos, alejándose del 9.1% que se registró en junio, con ello se espera que la Reserva Federal deje los aumentos agresivos de la tasa de interés.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Estados Unidos se mantuvo sin cambios en julio después de subir 1.3% en junio, así lo informó la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, en los últimos doce meses, el índice de precios de todos los bienes y servicios se incrementó 8.5% interanual, presentando una desaceleración respecto al mes pasado cuando la inflación se ubicó en 9.1%.
El índice de gasolina se desplomó cayó 7.7% durante el mes de julio y compensó los incrementos en los índices de alimentos y vivienda, dando como resultado que la inflación general de todos los productos se mantenga sin alteraciones.
El índice energético cayó 4.6% durante el mes pasado gracias a la disminución que presentaron los indicadores de gasolina y gas natural, pese al aumento de precios de la electricidad.
En cuanto a la inflación subyacente se nota un incremento de 0.3% desde junio y un 5.9% de manera interanual.