(FOTO: EL UNIVERSAL)
Han pasado casi cinco meses de la muerte del conductor Fernando del Solar y los problemas alrededor de la repartición de sus bienes ya han empezado a surgir.
Hace algunas semanas se reveló que en su testamento el argentino habría dejado desprotegidos a sus hijos, fruto del matrimonio que tuvo con Ingrid Coronado, al solo dejarles un fideicomiso un apartamento en Cuernavaca, peor no incluirlos en la repartición de las cuentas bancarias, las cuales estarían destinadas a su última esposa, Anna Ferro.
En su momento, Ingrid reveló que iniciaría un proceso legal, pues no estaba de acuerdo con varios puntos del testamento, pero ahora se sabe que el pleito legal es casi un hecho, pues ni la conductora ni la viuda de Del Solar pudieron llegar a un acuerdo.
El encargado de dar a conocer la noticia fue Rodrigo Cachero, uno de los mejores amigos de Fernando, quien además reveló que Coronado fue la que intentó llegar a un arreglo con Ferro, para evitar verse en los tribunales: "Supe que Ingrid quiso arreglar las cosas antes de tribunales, le pasé el teléfono de Anna, pero no llegaron a ningún acuerdo", contó en entrevista con los medios de comunicación, declaraciones retomadas por la periodista Berenice Ortiz.
Cachero también lamentó que ambas familias se estén peleando por cosas materiales cuando, considera, lo más importante es honrar la memoria del artista: "Es una lástima, la verdad yo sí estoy como muy triste que sigan pasando ese tipo de discusiones y de enredos cuando la memoria de mi amigo está ahí todavía, deberíamos estar honrando y riendo en su memoria y no de pleitos y repartición", agregó.
Incluso, mandó un mensaje tanto a Ingrid como a Anna y las invitó a recapacitar y darle a las cosas la importancia que tienen: "Quisiera que tanto Ingrid como Anna estuvieran bien, los niños bien, la niña bien, tantas broncas que hay en el mundo y preocuparnos por estas cosas, la verdad es que se me hace ridículo".
Por último dejó claro que el argentino no era un mal padre; solamente que el tiempo no le alcanzó para dejar por escrito todos los planes que tenía. Asimismo reafirmó el compromiso que tiene con los hijos de su amigo, por quienes seguirá velando, tal y como él quería: "Yo sé que se tiene que cumplir la ley, voy a estar vigilando cuando Luca y Paolo estén grandes, pero lo que les toca, lo justo, a mí me parece que tiene que ser así", finalizó.