(ESPECIAL)
El sobreendeudamiento en que incurre el Gobierno federal y que se plasma en la Ley de Ingresos de 2023, refleja que se está gastando los recursos que no tiene, sobre todo al dar prioridad a las obras "insignia" por las que, además, se ha dejado de atender la infraestructura y otros proyectos en el resto del país.
Para Marco Antonio Pérez, catedrático del Instituto de Especialización para Ejecutivos (IEE) sede Monterrey, es injustificable el nivel de deuda que se va a contratar el próximo año, el cual se ha dicho que es por 1.2 billones de pesos, pero en términos reales, alcanza los 1.335 billones.
Esto se debe a que solamente se consideran los ingresos por financiamiento, que según la Ley que ya aprobaron los legisladores, es por el orden de los 1.2 billones de pesos, conforme al Artículo 1 de la Ley de Ingresos de la Federación (LIF).
Sin embargo, se deben integrar las deudas que habrán de contraer las empresas productivas del Estado, como la Comisión Federal de Electricidad y Petróleos Mexicanos, y las que en dicho artículo se reportan en ceros.
A esto hay que sumarle lo que presupuestalmente no se consolida, como la banca gubernamental, (Nafin, Bancomext, Financiera Rural) y otros organismos e instituciones, que hacen el total de los 1.335 millones de millones.
Esta cifra, indicó, representa el 4.5 por ciento del producto interno bruto, lo que seguramente tendrá repercusiones en el nivel de deuda per cápita y además, será un factor a considerar por parte de las calificadoras de valores.
Por otro lado, hay que resaltar que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador está gastando los recursos que no tiene sobre todo en las obras que han sido importantes para él, que se llevan a cabo en el sur del país y por las cuales se ha descuidado la infraestructura y se han dejado de ejecutar nuevos proyectos en el resto del país.
A cuatro años de la administración, se han gastado muchos recursos por mantener el subsidio a gasolinas y diésel, que ha representado cerca de 500 mil millones de pesos y el cual será difícil sostener en el largo plazo, considerando que los precios del petróleo son un factor exógeno sujeto a factores internacionales.
Desde la perspectiva del especialista del IEE, es necesario que el Gobierno federal se ajuste a su realidad de ingresos pues prácticamente se ha quedado sin margen de maniobra, toda vez que ya se redujo el gasto corriente todo lo posible, al grado de que muchas dependencias operan sin los insumos mínimamente necesarios.