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Los retrasos causados por las inspecciones de seguridad impuestas por el gobernador de Texas, Greg Abbott, en los puertos fronterizos de entrada causaron protestas de camioneros mexicanos que traen productos agrícolas, así como un llamado urgente de los comercializadores de esa mercancía en Estados Unidos a modificar la medida.
Abbott anunció la semana pasada que todo el tráfico comercial desde México a Texas sería sometido a inspecciones de funcionarios estatales después de pasar una inspección federal en los puertos de entrada.
Esa medida ha causado que los tiempos de espera para los camiones que llegan a la frontera cargados de productos agrícolas se alarguen a más de 30 horas en algunos casos.
El portal de noticias Border Report informó que el Puente Internacional de Pharr, que conecta con la ciudad mexicana de Reynosa, fue cerrado debido a que camioneros en México bloquearon el acceso a la vía en protesta por las inspecciones. Se trata del principal puente para la importación de productos agrícolas a Estados Unidos.
“El puente está cerrado debido a las inspecciones de seguridad pública del gobernador Abbott a los camiones que vienen de México”, dijo este lunes el senador estatal demócrata Juan “Chuy” Hinojosa a Border Report.
Hinojosa, vicepresidente del Comité Financiero del Senado de Texas, dijo que el Puente de Pharr generalmente procesa 3,000 camiones al día, pero desde que las inspecciones comenzaron a ser aplicadas el jueves pasado apenas unos 300 camiones han logrado cruzar por día.
A su vez, el presidente y director de la Asociación Internacional de Distribuidores de Productos Agrícolas de Texas (TIPA), Dante Galeazzi, explicó este lunes al medio especializado The Produce News que la situación está impactando gravemente el movimiento de productos frescos de México a Estados Unidos.
Indicó que hay siete puentes sobre el fronterizo Río Grande (Río Bravo en México) que permiten el paso de productos agrícolas, y que durante el fin de semana los dos con el mayor tráfico (los de Pharr y Laredo) experimentaron los retrasos más prolongados, con filas de camiones que se extendían por kilómetros a la espera de ingresar a Estados Unidos.
Galeazzi aseguró que las inspecciones reforzadas no tienen que ver con el objetivo declarado de Abbott de detener el flujo de migrantes o contrabando, ya que los camiones están sujetos a la inspección de diversas agencias federales en la frontera.
En una carta dirigida a Abbott el viernes pasado, el titular de TIPA, que importa y comercializa productos agrícolas que pasan por los puertos de entrada de Texas, señaló que anualmente 9,000 millones de dólares y 1,280 millones de libras (581 millones de kilos) de productos agrícolas pasan anualmente de México a Estados Unidos.
“Le imploramos modificar el despliegue de esta acción a la luz de los drásticos impactos que está teniendo en el movimiento del comercio”, manifestó.
El líder empresarial también urgió al gobernador republicano a “trabajar con el Departamento de Seguridad Nacional en el desarrollo de un proceso más efectivo que satisfaga la necesidad de seguridad de la nación y la balancee con nuestra dependencia de un comercio eficiente”.
Entre las disposiciones tomadas el miércoles pasado como respuesta a la decisión del Gobierno de Joe Biden de levantar la normativa sanitaria (Título 42) que permitía expulsar a indocumentados por la pandemia de COVID-19, Abbott amenazó con enviar a los inmigrantes detenidos en buses a Washington D.C.
El gobernador, conocido por sus posturas ultraconservadoras, aseguró que los buses dejarán a los migrantes en las escaleras del Capitolio, en la capital estadounidense, donde la Administración de Biden "podrá atender de forma inmediata sus necesidades", dijo en un comunicado.
Abbott, quien aspira a su reelección como gobernador de Texas, afirmó que Biden ha aplicado en la frontera una política de "puertas abiertas" que ha derivado en números "sin precedentes" de cruces fronterizos.