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Los miembros de la familia real británica asistieron el viernes a un servicio religioso en honor de los 70 años de la reina Isabel II en el trono, aunque la monarca, de 96 años, no estuvo en acto en la catedral de Catedral de San Pablo de Londres por sus problemas de movilidad.
La misa de acción de gracias se celebra en el segundo de los cuatro días de festividades con motivo del Jubileo de Platino de la reina. El jueves, miles de vitorearon a Isabel II cuando salió al balcón del Palacio de Buckingham, con otros miembros de su familia, para ver una exhibición con 70 aviones militares británicos.
La reina decidió no asistir al acto del viernes tras experimentar “ciertas molestias” en los actos del jueves. Su hijo el príncipe Carlos ocupará su lugar en un evento que Isabel II seguirá por televisión.
Entre los asistentes a la misa había miembros de la familia real, políticos, diplomáticos y más de 400 trabajadores esenciales, voluntarios de organizaciones benéficas y miembros de las fuerzas armadas que fueron invitados como reconocimiento de su servicio a la comunidad.
El arzobispo de York, Stephen Cottrell, pronunciará el sermón luego de que el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, arrojó positivo al coronavirus. El acto comenzará y terminará con el tañido del Gran Pablo, la campana de iglesia más grande de Gran Bretaña.
La misa televisada fue la primera aparición pública del príncipe Enrique y su esposa Meghan, los duques de Sussex, durante su visita al país con motivo del Jubileo.
La pareja, que renunció a sus deberes reales y se mudó a California hace dos años, mantuvo un perfil bajo el jueves, apareciendo únicamente en las fotografías tomadas a través de las ventanas del edificio desde el que los miembros de la familia real siguieron el desfile con motivo del cumpleaños de la reina.
Pero el viernes volvieron a ser el centro de atención: mientras avanzaban solos por la larga nave de la catedral, quienes estaban en el interior giraban el cuello para verlos.