(ARCHIVO)
El esfuerzo de Italia por independizarse del gas natural ruso ha reducido la vulnerabilidad del país a un recorte del suministro, afirmó el miércoles el primer ministro Mario Draghi, destacando que el país ha almacenado el 80% de su capacidad antes del invierno y está encaminado a alcanzar el 90% para octubre.
En un festival veraniego anual en Rimini, en la costa adriática, Draghi dijo que Italia ha reducido su dependencia del 40% el año pasado a la mitad de eso, al hallar nuevas fuentes de gas como Argelia y Azerbaiyán. El combustible es vital para acalorar o enfriar viviendas, generar electricidad y alimentar fábricas.
Italia podría independizarse totalmente de los hidrocarburos rusos para el otoño de 2024 si instala dos nuevas plantas de regasificación, indicó Draghi.
“Nuestra meta de diversificar nuestras fuentes de gas fue fundamental para darle a ciudadanos y negocios una mayor certidumbre sobre el suministro”, declaró Draghi, quien renunció el mes pasado luego que partidos derechistas le retiraron su apoyo, pero permanecerá en funciones hasta que se forme un nuevo gobierno después de las elecciones parlamentarias del 25 de septiembre.
Está aumentando la resistencia pública a la construcción de una planta de regasificación en el puerto de Piombino en Toscana. El futuro de ese proyecto incidirá en la capacidad de Italia de independizarse de los hidrocarburos rusos luego de las elecciones.
En una velada crítica a los partidos derechistas que hablan de recuperar la soberanía nacional, Draghi expresó que depender de “un país que nunca abandonó sus designios imperialistas es exactamente todo lo contrario de defender la soberanía”.
Los comentarios surgen en momentos en que la invasión rusa de Ucrania ha elevado los precios del gas natural a niveles récord, alimentando la inflación a nivel mundial. Rusia ha reducido sus envíos de gas a países europeos que tratan de acumular reservas antes del invierno, y cunde el temor de que el suministro será cortado totalmente. Ello podría conducir a un racionamiento y a una recesión económica en el continente.
Alemania anunció el martes que su almacenamiento de gas ha subido al 80% de su capacidad, pero advirtió que el plan ruso de cesar los suministros por el gasoducto Nord Stream 1 la próxima semana “podría afectar temporalmente” dichas gestiones.