(ARCHIVO)
Un juez del Supremo de Honduras le dictó este miércoles "detención provisional" al expresidente Juan Orlando Hernández (2014-2022), luego de su captura el martes en Tegucigalpa ante una petición de EUA, con fines de extradición, por tres cargos asociados a narcotráfico.
En la primera audiencia ante un juez en la Corte Suprema de Justicia, a Hernández también se le fijó la segunda audiencia, para presentación de pruebas, para el 16 de marzo, dijo a los periodistas el portavoz del poder Judicial, Melvin Duarte.
El exgobernante, por resolución del juez, fue remitido de nuevo a una unidad especial de la Policía Nacional, a la que fue llevada el martes tras ser capturado en su casa.
Además, el juez no consideró procedente concederle "arresto domiciliario" al exgobernante, como lo pidieron sus abogados defensores, indicó Duarte.
La segunda audiencia será para la "evacuación y elementos de pruebas", añadió la misma fuente.
Hernández fue capturado el martes en su domicilio, luego de que el lunes la Embajada de Estados Unidos solicitó, a través de la Cancillería, un "formal arresto provisional de un político hondureño", con fines de "extradición", además de acusarlo de tres cargos por narcotráfico.
La audiencia de hoy se inició hacia las 10:00 hora local (16:00 GMT), con un receso intermedio para la comida de los asistentes a la sala, y finalizó a las 15:00 (21:00 GMT).
El exgobernante llegó a la sala sin esposas, mientras en las afueras de la Corte Suprema de Justicia decenas de sus simpatizantes coreaban consignas de apoyo y solidaridad.
En otro extremo, un grupo menor de activistas del ahora gobernante Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), algunos enfundados en banderas del país, le gritaban "narcotraficante" y "asesino", entre otras expresiones.
Los ocho años de Hernández en el poder en Honduras fueron salpicados por denuncias de presunta corrupción y narcotráfico, tanto en su país, como en Estados Unidos.
Hernández es el primer expresidente que Estados Unidos ha pedido en extradición con fines de enjuiciarlo por narcotráfico, aunque hasta el último día de su mandato, él siempre rechazó las acusaciones.