Oposición cree que 'buscan protegerlo'. (ARCHIVO)
La justicia boliviana decidió enviar a la cárcel a quien fuera el jefe antidrogas durante el último año de gobierno del expresidente Evo Morales por sospechas de legitimación de ganancias ilícitas.
La fiscalía acusó a Maximiliano Dávila tras ser detenido el sábado antes de ingresar a Argentina por vínculos con el narcotráfico y legitimación de ganancias ilícitas. El juez anticorrupción, Elmer Laura, lo envió el lunes a una cárcel al centro de La Paz mientras dure la investigación por riesgo de fuga. De momento se estima que podrían ser seis meses.
La detención se dio después de una investigación de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) a una red de narcotráfico que el año pasado en Colombia detuvo a Oscar Rojas, un exoficial de la policía boliviana y en Perú a Jorge Roca Suárez, alias “Techo de Paja”, quien ya cumplió una pena de 27 años en una cárcel de Estados Unidos.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, en la víspera dijo que están a la espera del informe de la DEA que han solicitado a la embajada de Estados Unidos en La Paz.
Bolivia y Estados Unidos solo tienen representación de encargados de negocios después que en 2009 el gobierno de Morales expulsó al embajador de Washington y posteriormente lo hizo con la DEA por presunto espionaje, lo cual fue negado por la embajada estadounidense.
La detención de Dávila despertó desconfianza en la oposición porque creen que buscan protegerlo y que no sea extraditado a Estados Unidos. Además pidieron que se incluya a otros jefes policiales.
El excoronel de la policía estuvo en el cargo de lucha contra las drogas hasta que Morales renunció en noviembre de 2019. Un año después, tras la asunción de Luis Arce, heredero político de Morales, fue designado como comandante de la región central de Cochabamba.
Este no es el primer caso de nexos de policías con narcotraficantes. En 2011 la DEA detuvo a René Sanabria otro jefe antidrogas.