La ciencia en el poder de la lectura
El escritor y filósofo Francis Bacon dijo alguna vez que "la lectura hace al hombre completo; la conversación lo hace ágil, el escribir lo hace preciso". Se trata de una cadena de bondades que rompe los límites.
Y es que el que lee conoce, accede a información, potencia su lenguaje. La lectura es poderosa. Algunos de sus bien sabidos beneficios son que: reduce el estrés, frena el deterioro cognitivo, aumenta la curiosidad, el conocimiento y la concentración. Asimismo es una forma de entretenimiento.
Se dice que te vuelves más creativo y que incluso, impulsado por lo que se lee, se desarrolla una necesidad casi orgánica por escribir.
El mundo es habitado por infinidad de lectores que predican las riquezas de los libros, pero, en este punto, también resulta interesante indagar un poco en lo que dice la ciencia respecto a cómo favorece la lectura en la salud e integridad de los seres humanos.
Por ejemplo, está demostrado que leer nos vuelve más empáticos. La explicación está en que la lectura de literatura incita a que el lector se ponga en la piel y pensamiento de los personajes, favoreciendo así a la empatía.
Por otro lado, tomar decisiones y explorar en nuestras emociones nos resulta, en ocasiones, algo muy complejo, y sorteamos, a veces, inconscientes, los vaivenes de la vida, sin embargo poco ligamos en que el leer nos ayudará precisamente en los dos aspectos anteriores. Respecto a este escenario, se puntualiza que las historias, escritas en cualquier idioma, tienen la capacidad universal de activar áreas clave del cerebro involucradas en la memoria y el proceso emocional.
Un estudio de Mapeo del Cerebro Humano encontró que la lectura activa: corteza prefrontal medial: toma de decisiones y recuerdo de la memoria; corteza temporal lateral: asociación emocional y memoria visual; formación de hipocampo: procesamiento de memoria a largo plazo; lóbulo parietal inferior: comprensión de las emociones e interpretación de datos sensoriales; y corteza cingulada posterior: recuerdo de la memoria episódica.
Un beneficio más. Dice la ciencia que se puede enriquecer nuestro vocabulario y mejorar nuestras habilidades verbales gracias a la lectura. Incluso si lees diferentes autores podrás descubrir nuevas formas de explicar una idea y crear imágenes gracias a que cada uno escribe de una manera diferente.
La aseveración es la existencia de una correlación directa entre la buena habilidad verbal y la lectura. La exposición a los libros puede ayudar a adquirir habilidades lingüísticas a través de la expansión del vocabulario. Cuanto más lee una persona, más conocimiento adquiere.
Hablar de las bondades de la lectura podría resultar extenso. Existen estudios, libros, investigaciones y diversos materiales que abordan el tema. Pero lo que aquí interesa es exponer que, cada vez más, se entretejen infinidad de actividades en torno a esta acción, el motivo se centra en los mismos beneficios que regala. Los antes descritos y otros tantos. Lecturas comunitarias, talleres, intercambio de libros, charlas con escritores, cuentacuentos, entre otros ejercicios, se ejecutan en diversidad de espacios alrededor del mundo.
Hablando específicamente de La Laguna, entre otras cosas, existe un certamen que se ha vuelto tradición entre la población estudiantil. Se trata de Leemos, un concurso de comprensión lectora que ideó esta casa editora hace trece años. Pronto a ejecutarse, nos parece importante hablar sobre la inspiración central de este concurso: promover la lectura, que por los motivos antes descritos resulta una actividad enriquecedora en todos los sentidos.
