(FOTO: ARCHIVO)
Fue este jueves cuando se dio a conocer la muerte de la reina Isabel II, tras más de 70 años de reinado. Sin embargo, su vida y su familia estuvo llena de un sin fin de polémicas, desde la muerte de la princesa Diana, hasta su longeva vida.
En medio de estas polémicas también se rescatan lo sucedido con dos de sus primas hermanas, las cuales, se presumen, fueron internadas en un hospital psiquiátrico por presentar problemas mentales, y después dieron a conocer su muerte, cuando las mujeres no habían fallecido aún.
En el año de 1987, el periódico británico The Sun dio a conocer la noticia de qué dos de las primas hermanas de la reina Isabel, Katherine y Nerissa Bowes-Lyon habían sido internadas en secreto en el hospital mental Royal Earslwood en 1941, con apenas 15 y 22 años.
Según se comentaba, tanto Katherine como Nerissa tenían una discapacidad cognitiva y dificultades para hablar, sin embargo, de acuerdo con el documental Las primas cultas de la reina, dieron a conocer que cada que la Reina o la Reina Madre salían en la televisión ellas hacían una breve reverencia.
“Eran dos hermanas encantadoras. No hablaban, pero señalaban y hacían sonidos, y cuando uno llegaba a conocerlas podía entender lo que trataban de decir. Hoy probablemente hubieran recibido terapia para comunicarse mejor. Entendían más de lo que parecía”.
A pesar de que las hermanas eran visitadas por su madre, Fenella, hasta que murió en 1966, no tenían registro de que Nerissa y Katherine recibieran visitas de familiares.
Aunque el Burke´s Peerage, una editorial de libros sobre la aristocracia, había informado sobre la muerte de las hermanas en 1963, a realidad era otra, ya que Nerissa falleció en 1986 y fue enterrada en una tumba de la institución, donde apenas se habría colocado su apellido y un número.
Mientras que Katherine, fue trasladada a otra institución cuando el Royal Earslwood cerro, y murió en 2014, sin que la familia real reconociera públicamente su existencia.
Según comentan muchos, el actuar de la realeza se debió a que en ese momento, si un miembro de la familia nacía con alguna discapacidad, era mal visto, más si se trataba de la realeza, ya que “su linaje debía de mantenerse puro y saludable”.
