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Hasta hoy, las políticas económicas no toman en cuenta las necesidades, elecciones y, sobre todo, la potencialidad de compra de esta franja de consumidores de la tercera edad. De hecho, la sociedad e incluso la propia familia, subestiman varios aspectos de la vida del adulto mayor.Las personas de 60 años en adelante, tienen preferencias y gustos, también desean verse bien, comer bien, y viajar a los lugares, que la vida laboral no les permitió conocer.
Quienes hoy tienen un sustento, una pensión razonable -aproximadamente un 15% del universo de la tercera edad en México-, ello los hace un mercado excelente para el consumo de bienes y servicios. Las personas de la tercera edad no se dedican solamente a ir al doctor y cuidar su salud, también intentan disfrutar de la vida como todos nosotros.
Es tal el desconocimiento general por las aptitudes de las personas mayores, que los hijos suelen disponer y administrar arbitrariamente de sus ahorros y cobros, decidiendo sobre el anciano, a veces, sin el menor respeto ni consideración.
Cuando éramos niños, ese hombre o esa mujer, que son nuestros padres, toleraban con amor y paciencia, nuestros berrinches, miles de preguntas, enfermedades, noches de fiebre. Al crecer y desarrollarnos, aceptaron nuestros gustos al elegir pareja, nuestras decisiones laborales, y más tarde, toleran con más amor aun, lo mismo de nuestros propios hijos, sus nietos. Sería justo tener ahora la misma actitud hacia ellos, escuchar lo que quieren decir, sentarnos a mirarlos a los ojos, y dejar que cuenten sus historias, repetirles lo que no escucharon, explicar amablemente lo que no comprendieron, tal como lo hacían ellos con nosotros cuando no entendíamos la tarea escolar.
Con toda una vida de grandes esfuerzos, se han ganado el derecho a tener un espacio propio, no son muebles usados, son personas y cada día continúan aprendiendo sobre la vida. Merecen intimidad, intentar nuevas parejas -si esa es su decisión-, conservar sus amistades, escuchar la música que les trae hermosos recuerdos. La familia suele confundir cuidar de un anciano, con dominar su vida, anulando su capacidad de elección. Si vive solo, le imponen una persona que lo cuide, sin permitir que el anciano participe de la selección. Si vive con la familia, se le restringe en toda actividad propia y se los suele ver solos, sentados en la puerta de la casa, horas enteras, con la mirada perdida en los recuerdos.
En casos extremos, la familia se reparte los bienes, el abuelo es sacado de su casa, se turnan para alojarlo entre los hijos, y el anciano decae, terminando su vida sin ninguna motivación. Lo que más necesita es estabilidad, sentirse amado, útil, rodeado por los bienes que consiguió con su trabajo por décadas, sus cosas, no son solo objetos, son tesoros llenos de registros emocionales.
Nuestra sociedad, debe brindar un verdadero espacio a los adultos mayores, ofrecerles un mercado que atienda sus gustos y preferencias, también ayudarlos a acceder a la tecnología, como, por ejemplo, Internet, lo que les permitirá socializar en las redes con sus pares, mientras se encuentran cómodos y seguros en casa. Impulsar las reuniones, bailes al estilo de sus años de juventud, clases de toda índole, paseos y salidas. Si permitimos a los ancianos, disfrutar de su vida mientras sea posible, ellos brillarán otra vez, nos enseñarán todo su valor y su alegría por sentirse parte activa de la vida familiar. La salud mental depende en gran parte de la armonía emocional, un anciano triste se enferma en todos los sentidos. Sobre todo, debemos saber cómo cobijarlos con amor en la familia, de la que ellos son cimiento y raíz.
Presento aquí algunas sugerencias para las personas de la tercera edad que quieren seguir siendo parte activa y productiva de la economía. La gran mayoría quiere seguir participando y trabajando, aportando sus conocimientos habilidades y relaciones. La pandemia abrió el camino para el trabajo desde casa. Escribir en un blog o cocinar, pueden ser una manera perfecta de ganar un poco de dinero. Las habilidades que tú tienes actualmente de pasatiempos o trabajos anteriores pueden fácilmente traducirse en el trabajo perfecto en casa para jubilados o personas de la tercera edad.
Haz una lista de todas las habilidades que usaste en ese trabajo en el pasado. Evalúa tus habilidades. Considera qué tipo de empleo has tenido fuera de tu casa. Un maestro, un escritor, un abogado y un cocinero - todos estos trabajos tienen habilidades que pueden materializarse en un trabajo en casa. Si tú fuiste maestra de kindergarten por años y te encantó, tal vez quieras considerar una guardería en casa para dos o tres niños. Si eres bueno para cocinar o fuiste chef de restaurante, podrías preparar comidas caseras y entregarlas a familias que no tienen tiempo para cocinar. Tú no tienes necesariamente que basarte en el trabajo exacto que solías hacer.
Si nunca trabajaste fuera de tu casa, haz una lista de todas las habilidades que tienes actualmente. Pintura, coleccionismo de antigüedades, álbumes de recortes, jardinería - todas estas habilidades pueden traducirse en trabajo desde el hogar para personas de la tercera edad. Después de hacer una lista de las habilidades que tienes, tacha las que no te gustan, te quedará una lista de habilidades que tienes y disfrutas, lo que te da un buen punto de partida cuando buscas trabajo.
Define muy bien lo que te gustaría hacer. ¿Cuántas horas a la semana quiero trabajar? ¿Por qué quiero un trabajo? Por interacciones sociales, autorrealización, pasar el tiempo, dinero extra, etc. ¿Cuánto dinero quiero o necesito ganar? ¿Cuánto dinero quiero invertir en los costos de inicio? ¿Tengo dinero para ponerlo en un negocio? ¿Cuáles son mis mejores habilidades o mis mayores intereses?
Tipos de trabajos que pueden hacer desde casa. Los trabajos desde el hogar requieren diferentes habilidades, tiempo y esfuerzo, y también tienen costos iniciales y ganancias potenciales variables. Sería imposible examinar todas las opciones de trabajo una por una en un artículo corto. Por lo tanto, la siguiente es una breve lista de algunas ideas de diferentes tipos de trabajo que se pueden hacer desde casa:
Vender en sitios de ventas de internet o en tu propio sitio web de comercio electrónico, escritor independiente o Blogger, si tienes un don para escribir, puedes buscar la manera de convertirte en un escritor independiente o un bloguero. Puedes escribir historias, escribir lo que te apasiona o lo que te interesa, como la salud, la cocina o los viajes. Costurera o fabricante de edredones, mantenimiento de sitios web o diseño gráfico, cuidado de niños, consultor de negocios, contador fiscal o asesor contable, tutor o maestro.
La futura evolución de la inserción laboral de las personas mayores, se verá influida por los desafíos en la construcción de sistemas de pensiones con montos dignos -en un contexto de acelerado envejecimiento- y las opciones de combinación de trabajo remunerado y pensión para la inserción laboral voluntaria de los mayores.