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La violencia vicaria o también conocida como violencia por sustitución, que es aquella que ejercen los padres hacia las madres de sus hijos alejando a éstos para causarle dolor, pueden generar daños no solo a la madre sino también a los menores, los cuales pueden llegar a ser irreversibles y sobre todo, pueden repetir el modelo de agresión.
El psicoterapeuta Alejandro Monreal, es claro al señalar que todo tipo de violencia generará perjuicios y sobre todo que la violencia generará más violencia.
En el caso particular de la violencia vicaria o por sustitución, puede causar tanto en la madre como en los hijos: baja autoestima, ansiedad, depresión, y algunos especialistas en la materia, consideran que las consecuencias pueden llegar a ser irreversibles.
“Es también considerada como una violencia de género el referente más grave de la violencia de género, nada más que tenemos un intermediario, un vicario que vienen a ser él o los hijos de la mujer que está siendo violentada, tiene efectos graves muy negativos en ambos”, explicó el especialista.
Monreal señaló que lo más preocupante también es el hecho de cómo crecerán esos niños, “con qué creencias pueden crecer, porque no es solo el hecho de que crecen creyendo que el problema son ellos sino que ellos están para recibir el daño que está dirigido a otro para tolerar las agresiones y la frustración y crecer con esa herida, tiene implicaciones en las relaciones que a futuro formen estos niños”, en tanto que las mujeres podrían aceptar cualquier tipo de violencia que sean o se muestren incapaces de defenderse o de poner límites, que asuman una postura o una actitud de sacrificio en relación con los demás”.
El especialista es claro también en decir en que la persona que es violenta, lo es desde siempre sin embarro las señales no pueden verse claras desde el inicio para las víctimas.
“Nadie se convierte en lo que no es, el violento es desde el principio, nada más que a veces el control es experimentado como una forma de afecto, pero desde el principio se van haciendo evidentes ciertas señales que a lo mejor que sí hay que reconocer que pueden ser sutiles y resultar un poco complicadas de verlas, pero ahí estar desde el inicio Un violento lo es desde siempre, porque así creció porque en ese ambiente se desarrolló porque la violencia está introyectada no solamente de manera individual sino cultural”.