Da gracias a San Judas tras sufrir un accidente carretero.
Norberto Rangel, lleva literalmente tatuada en su piel, la imagen de San Judas Tadeo en agradecimiento a la segunda oportunidad de vida que tuvo hace apenas un mes.
Como cientos de devotos del patrono de las causas difíciles y desesperadas, acudió a la parroquia ubicada en la colonia Las Torres en Torreón.
Pero no lo hizo de una forma tradicional sino vestido como San Judas Tadeo, con una túnica de color blanco y verde con sus huaraches de vaqueta.
Aún llevaba en su cuello un collarín, como resultado de las heridas que le produjo el accidente carretero que sufrió junto con un grupo de amigos en el que desafortunadamente perdió la vida una de las pasajeras horas después del encontronazo.
TESTIMONIO
A las afueras de la parroquia, compartió que fue rumbo a su viaje a la ciudad de Querétaro, que sufrieron un choque contra una camioneta que se les atravesó en el camino y que hizo que todos los ocupantes terminaran heridos.
"Hace un mes tuve un accidente, íbamos en carretera una fiesta, se nos atraviesa una camioneta y chocamos, iba con la familia de mi mejor amigo y la familia de la esposa de su hermano, íbamos a una fiesta", compartió Norberto.
Fue sobre la carretera a Ramos Arizpe donde todo sucedió. Contó que la experiencia fue como un "apagar y prender de luz".
"Antes de que pasara el accidente, vi a todos en una burbuja como si nos estuvieran protegiendo y se reventó de pronto, pero veo la burbuja... se oye el golpe y al despertar, estamos todos heridos", recordó. Aunado a esa experiencia, comentó que al ver su publicación en los medios, su imagen parecía como la del santo, al haber sido captado con una cobija que le puso su hermana, tras haber recibido un golpe en la cabeza.
Norberto comentó que su hermana fue siempre la más devota de San Judas Tadeo, pero a raíz de lo sucedido, su fe se incrementó.
Tanto, que en agradecimiento decidió vestirse como el patrono de las causas difíciles y dar gracias en la parroquia, hecho que aseguró podría repetir año tras año.
TATUAJE
"De hecho también me lo tatué, tengo como dos semanas que me lo tatué en agradecimiento, honrándole porque nos da la oportunidad de estar aquí", dijo Norberto mientras se arremangaba el brazo izquierdo para mostrar el rostro de San Judas en su piel.
También contó que tras lo sucedido, él como terapeuta, pidió a Dios la oportunidad de seguir apoyando a la gente desde su profesión.
"Yo sí le agradecí a Dios porque yo como soy terapeuta, le dije: pues me dejaste aquí, pues ayúdame, abre el camino de que vaya a ser... porque sí fue impactante", comentó.