Durante misa, elevan oración por los siete sacerdotes asesinados y las 122 mil víctimas de violencia en los últimos años en el país. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Durante la jornada por la paz y la reconciliación que celebró la Arquidiócesis de Durango este domingo, se hizo el llamado a los victimarios al arrepentimiento y al cese de la violencia que vive el país.
Durante la misa celebrada en la Catedral Basílica Menor de Durango, el arzobispo Faustino Armendáriz elevó la oración por los siete sacerdotes asesinados y las 122 mil víctimas de violencia en los últimos tres años y medio en México.
"Porque los asesinatos y las desapariciones que diariamente se cometen en el país son un llamado a Dios a unirnos para pedir por la paz(...) Necesitamos estar unidos en nuestro país, en este momento en que la indignación de nuestro pueblo ante la barbarie de la violencia nos están abriendo una puerta para la paz", dijo durante el sermón.
Dijo que la apuesta de la Iglesia Católica por el diálogo social que lleve a la justicia y la reconciliación que abra el camino a la paz, es válida, pues "estamos delante de un problema complejo que necesita de todos para atenderlo desde la raíz".
Reiteró que los Obispos de México tienen identificados los tres motivos principales que causan la violencia: crisis de moralidad, crisis de legalidad y un tejido social lastimado.
"Los victimarios son hermanos, son hijos de Dios. Sin embargo, el llamado es al arrepentimiento y a no más violencia en nuestro país", exhortó el Arzobispo de Durango.
Reiteró su aflicción y tristeza por el asesinato dos religiosos jesuitas y un laico hace unos días en el estado de Chihuahua e insistió en que la violencia no resuelve los problemas, sino que crece el sufrimiento inútil.
"La invitación del Evangelio es a no pasar de largo. Que no nos acostumbremos y que no pasemos de largo ante tantos homicidios en nuestro país", agregó.