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Los versos de Luis Fernando Rangel, ganador del II Premio Internacional de Poesía NY Poetry Press

Rangel ha recibido el reconocimiento internacional por su poemario La marcha de las hormigas

CORTESÍA

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SAÚL RODRÍGUEZ

El timbre del teléfono sonó cuando el poeta Luis Fernando Rangel se encontraba en su receso laboral, dentro de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), institución donde el joven es miembro del departamento editorial. El número le resultó desconocido. Contestó. Una voz pronunció su nombre y la emoción surgió cuando le notificaron que había ganado el II Premio Internacional de Poesía New York Press 2022.

Nacido en Chihuahua, en 1995, Rangel ha recibido el reconocimiento internacional por su poemario La marcha de las hormigas. No obstante, su recorrido en territorio poético registra hasta seis libros publicados, entre los que destacan Hotel Sputnik, Corridos de caballos, Dibujar el fin del mundo, Poemas para un lugar común, entre otros.

Luis Fernando Rangel vuelve a contestar su teléfono, pero esta vez es El Siglo de Torreón quien lo aborda. La primera pregunta versa sobre su primer contacto con la poesía; su entorno familiar da un esbozo a la respuesta.

“En general siempre fui cercano hacia la literatura, porque tanto mi papá como mi mamá siempre fueron lectores. Mi papá era muy fan de leer todo lo que caía a sus manos, casi siempre compraba el periódico y mi mamá sí era más de leer libros”.

Con esta influencia, Rangel comenzó a leer historietas de Memín Pinguín. Más tarde aparecerían los Libros del Rincón. Pero la poesía se vislumbró durante su clase de español en la escuela secundaria, las obras de Sor Juana Inés de la Cruz aparecieron en primer plano, más tarde lo harían los versos de Jaime Sabines.

“Justamente Sabines era más cercano, el hecho de que fuera un lenguaje más cotidiano. Luego me di cuenta de que esta aparente sencillez era bastante compleja, pero me hizo familiarizarme con su obra y sentirla propia. Después hay algo curioso, porque siento que gran parte de lo que he escrito, por ejemplo, respecto a la muerte de mi padre, dialoga un poco con la obra de Sabines”.

El chihuahuense siempre tuvo en claro que quería dedicarse a algo referente a la cultura. Estudió Letras Españolas y tenía cierto acercamiento al cuento. Su relación con la poesía, señala, tiene raíces nutridas en el azar.

A mí siempre me gustó mucho cantar, pero nunca tuve buena voz. Entre broma y broma, me decían que escribiera porque no sabía cantar y, no sé, a veces funciona como una respuesta pronta para evitar profundizar en eso, pero sí tiene algo de cierto: te vas familiarizando con leer en poesía, tener cierto ritmo, cadencia y toda esta cuestión”.

Los poetas que terminaron por señalar su camino en el mundo de los versos fueron Nicanor Parra, Efraín Huerta, Wislawa Szymborska. Tenía tan solo 18 años cuando Rangel decidió ser poeta.

Y es que la poesía es una oportunidad para que el escritor ponga un pie fuera del lenguaje empleando el lenguaje mismo. El género permite al autor ejercitarse de forma lúdica. Rangel cita a César Vallejo, poeta peruano que logró jugar con el lenguaje como no se había hecho antes. Para el chihuahuense, las vanguardias del siglo XX siguen permeando en la actualidad.

La marcha de las hormigas

El poemario ganador del II Premio Internacional de Poesía New York Press 2022, consta de tres apartados. El primero de ellos, La marcha de las hormigas, da nombre al libro; el segundo, La marcha de los cangrejos, aborda el tema del cáncer (inspirado en el padecimiento que sufrió la madre de su expareja); finalmente, Los días más largos del tiempo, donde la reflexión de la muerte ha llevado al autor a pensar cómo vivió los duelos de su padre y de su abuelo.

También algo que es muy curioso es que, cuando nací, un hermano mío ya había fallecido. Entonces, crecí con esta cuestión ritual, de tener que ir al panteón a ver su tumba y a mí siempre se me hizo choqueante ver mis apellidos en la lápida y saber que no lo conocí. A partir de esa reflexión es que se nutre el último apartado”.

El nombre del poemario es reflejo del interés que Rangel tiene por la imagen de las hormigas. El avance de los insectos le asemeja una procesión. Las hormigas marchan en línea, organizadas, si alguien las interrumpe aparece el caos por algunos instantes y luego retoman su destino.

Justamente uno de los recuerdos que tengo más cotidianos dentro de un evento es eso: estar en el panteón sepultando a mi padre, voltear al suelo y ver que iban las hormigas caminando, como si ellas también estuvieran en una procesión”.

La muerte de su padre ha influenciado gran parte de los versos de Rangel. A final de cuentas, la marcha de la vida puede tener momentos de caos dese el nacimiento, pero luego esta se reúne y desfila imparable hacia el destino final de todo ser humano.

Luis Fernando Rangel  prepara también la publicación de su primer libro de cuentos, que verá la luz este año. 

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