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El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social reveló que entre 2016 y 2020 el nivel del empleo en las madres con hijos menores de 5 años fue de aproximadamente 50 por ciento, mientras que para las mujeres con hijos mayores a esa edad fue superior al 55 por ciento; es decir, la inserción de las madres en el mercado de trabajo se ve disminuida en alrededor de 5 puntos porcentuales durante los primeros años de vida de los hijos.
A nivel nacional, el promedio de las tasas de ocupación de las madres de 21 a 55 años se ubicó en 55 por ciento, mientras que, de acuerdo con las cifras de 2016 a 2020, la de las mujeres sin hijos es al menos 10 puntos porcentuales mayor.
Ante el cierre de escuelas y estancias registrado durante la pandemia por COVID-19, el aumento del trabajo de cuidados de la población infantil del hogar se hizo evidente, por ello, al considerar la condición de maternidad y paternidad se observó que las mayores reducciones en el número de personas empleadas se presentaron en las poblaciones de madres y padres con hijos menores de 5 años.
Las horas promedio semanales que las mujeres dedicaron a las tareas de cuidado de otras personas del hogar superaron en 11.5 a las dedicadas por los hombres a la misma actividad en 2020 a nivel nacional.
La pandemia de COVID-19, que ha demandado una mayor cantidad de tiempo y tareas para los quehaceres del hogar, muestra que entre 2018 y 2020 el incremento en el número total de horas que las mujeres destinaron a los quehaceres domésticos fue de 67 millones, mientras que en los hombres fue de 44 millones, es decir, en 2020, ellas destinaron 4.2 veces más horas a este trabajo doméstico que ellos (976 y 233 millones de horas, respectivamente).
Si se compara el periodo de agosto a noviembre de 2020 con el mismo periodo en 2018, el número de mujeres en situación de pobreza en búsqueda de un empleo aumentó en 118.5%, y en 61.7% en aquellas que no se encontraban en situación de pobreza.
El Coneval advirtió que se deben fortalecer estrategias y programas destinados a apoyar el cuidado de los niños del hogar, verificar y, en su caso, anular el impacto negativo originado por la eliminación del Programa Escuelas de Tiempo Completo, así como diseñar otras políticas públicas que otorguen servicios directos de cuidado a las personas infantes, adultas mayores y con discapacidad y consolidar el proyecto federal del Sistema Nacional de Cuidados.