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En la región Lagunera de Coahuila 2,212 personas han sido diagnosticadas con hipertensión arterial en el presente año. Se trata de un trastorno que eleva considerablemente el riesgo de padecer enfermedades cardiacas, cerebrales y renales y es una de las principales causas de muerte y enfermedad en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En La Laguna, los pacientes con la mayor prevalencia son quienes se encuentran en el rango de edad de los 50 a 59 años con 602 nuevos casos, seguido de la población de los 60 a 64 años con 412 personas con dicho diagnóstico.
En la Jurisdicción Sanitaria número 6 que atiende a los municipios de Torreón, Matamoros y Viesca se han notificado 1,761 casos nuevos de hipertensión arterial, de los cuales 493 han sido reportados por instituciones de salud particulares mientras que 405 por parte del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), 400 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y 338 de la Secretaría de Salud, entre otros.
En la Jurisdicción Sanitaria número 7 que comprende a municipios como Francisco I. Madero y San Pedro de las Colonias se han notificado 415 casos nuevos de personas con hipertensión arterial, de los cuales 294 fueron reportados por el IMSS y 87 por parte de instituciones privadas.
En todo el estado, la Jurisdicción Sanitaria número 8 de Saltillo es quien encabeza la incidencia con 2,317 casos nuevos. Le sigue la Jurisdicción Sanitaria número 4 de Monclova con 675 nuevos casos; la Jurisdicción Sanitaria número 1 de Piedras Negras con 468 nuevos casos; la Jurisdicción Sanitaria número 2 de Ciudad Acuña con 326 casos nuevos; la Jurisdicción Sanitaria número 3 Sabinas-Juárez con 315 diagnósticos y la Jurisdicción Sanitaria número 5 de Cuatro Ciénegas con 47 nuevos casos.
La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias, que son grandes vasos por los que circula la sangre en el organismo. Se considera que la persona presenta hipertensión cuando su tensión arterial es demasiado elevada.
La Organización Mundial de la Salud explica que entre los factores de riesgo modificables figuran las dietas malsanas (consumo excesivo de sal, dietas ricas en grasas saturadas y grasas trans e ingesta insuficiente de frutas y verduras), la inactividad física, el consumo de tabaco y alcohol y el sobrepeso o la obesidad.
Y también existen factores de riesgo no modificables, como los antecedentes familiares de hipertensión, la edad superior a los 65 años y la concurrencia de otras enfermedades, como diabetes o nefropatías.
Es importante mencionar que, la mayoría de personas hipertensas ignoran que lo son, pues la enfermedad no siempre va acompañada de síntomas o signos de alerta, por lo que se dice que mata silenciosamente. Por lo anterior, es necesario medir la tensión arterial periódicamente.
Pueden presentarse síntomas como cefaleas matutinas, hemorragias nasales, ritmo cardiaco irregular, alteraciones visuales y acúfenos. Mientras que la hipertensión grave puede provocar cansancio, náuseas, vómitos, confusión, ansiedad, dolor torácico y temblores musculares. La única manera de detectar la hipertensión es recurrir a un profesional sanitario.
HIPERTENSIÓN EN LA PANDEMIA
Durante la pandemia por el Covid-19 y de acuerdo a información pública del Gobierno federal, de las más de 8 mil 790 personas que murieron a causa del coronavirus, el 42.59% padecía hipertensión, comorbilidad que pudo haber agravado el estado de salud de las víctimas mortales tras contagiarse del virus SARS-CoV-2.
En municipios como Torreón, en los más de mil 900 decesos ocurridos por Covid-19, el 29.94% de las personas fallecidas eran hipertensas. En Matamoros de los más de 190 fallecimientos, el 45.92 % de las víctimas tenían hipertensión mientras que en San Pedro de las Colonias, de los cerca de 239 muertos, el 46.03% padecía dicho trastorno. En Francisco I. Madero, el reporte federal es de 153 defunciones y el 45.10% de las víctimas mortales eran hipertensas. En Viesca, se tiene registro de 23 fallecimientos y el 47.83% de las personas que perdieron la vida tenían diagnóstico de hipertensión.
