El titular de CANACINTRA, Juan Manuel Chaparro Romero, mencionó que el gobierno no debe minimizar la pandemia debido a que sus efectos podrían disminuir el crecimiento del país. (ARCHIVO)
En este inicio de 2022, México sigue en medio de la crisis sanitaria por el COVID-19, al enfrentarse la cuarta ola por la pandemia, se registra alta inflación y además de ello las cifras desestacionalizadas marcan que se pudo registrar un –0.1% de decrecimiento en el cuarto trimestre del 2021.
El titular de Fomento Industrial de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Juan Manuel Chaparro Romero, dijo que desde el tercer trimestre del 2021 hubo un decrecimiento y todo hace suponer, de acuerdo con cifras desestacionalizadas del INEGI que en el cuarto trimestre también.
Afirmó que "nuestro país, sigue encontrándose aún durante este inicio del 2022 bajo una amenaza sanitaria latente derivada de las variantes de la ya muy prolongada y descontrolada pandemia del COVID-19, que además, está convirtiendo a muchos hogares como alojamiento hospitalario para los contagiados con el consecuente gasto de los familiares en estos enfermos".
La inflación, que cerró el 2021 con 7.3%, es otro ingrediente que se suma a la situación y que "afecta directamente a los bolsillos de los mexicanos; y por supuesto, a todas estas problemáticas se les une la creciente e incontrolable inseguridad pública que crece y crece a todo lo largo de nuestro país".
"Así como, un sector informal que supera los 31 millones de personas, una generación de empleos formales insuficiente para el tamaño y necesidades del país; y claro, sin dejar de mencionar la insistente iniciativa gubernamental de reforma eléctrica que perturba y limitaría la participación del sector industrial privado dentro del mercado interno mexicano", entre otras cosas.
"Por lo que es momento de reflexionar sobre la necesidad de "redireccionar" la economía mexicana, porque muestra deterioro o desaceleración y en otros estancamiento", añadió.
Además de que el gobierno mexicano necesita no desestimar o minimizar la pandemia, necesita una política industrial integral incentivadora con visión a largo plazo que quede enmarcada dentro del Plan Nacional de Desarrollo.
De lo contrario en el 2022 se podría terminar por debajo del 2.5% que es un porcentaje que quedará muy lejos del 4.1% que estimó el gobierno.