(ESPECIAL)
México requiere mejorar el marco legal, el rendimiento y la seguridad de su sistema de transporte público antes de pensar en la electromovilidad, comentó a Efe Shin-pei Tsay, responsable global de políticas de ciudades y transporte en Uber.
“Obtener mejores resultados de rendimiento en el sistema de tránsito y la integración de los tránsitos es lo número uno (para mejorar el transporte público en México)”, expresó en entrevista.
Tsay dijo que, cuando observa a México, hay "tantas otras cosas que están en sus posibilidades antes que la electromovilidad”.
Sin embargo, afirmó que “sí, eventualmente” llegará esta tendencia de movilidad amigable con el medioambiente al transporte público mexicano.
La directiva global de Uber también consideró que para mejorar la movilidad en México debe mantenerse la seguridad e incluso fomentar un mayor uso de transportes verdes, como la bicicleta y las caminatas.
“El negocio de Uber tiene éxito en ciudades que tienen excelentes tránsitos. Tenemos evidencia de que los usuarios de Uber suelen ser personas que utilizan la bicicleta y hacen sus recorridos a pie”, refirió.
MARCOS LEGALES E INVERSIÓN
Tsay también consideró que deben impulsarse marcos legales que den base a una mayor adopción de vehículos eléctricos en México, pues aseveró que Uber compite con muchos jugadores más y se requieren reglas y leyes que regulen el mercado.
“Es importante reconocer que Uber compite con muchos otros jugadores, por lo que primero debemos lograr que el marco de base sea del mismo tamaño”, manifestó.
En este sentido, dijo que las inversiones para la electrificación responderán “naturalmente a ese tipo de cambios de política”.
“Uber opera dentro de la política, el contexto y la infraestructura de cada ciudad”, agregó.
Recientemente, Uber lanzó programas de apoyo para que conductores de esta plataforma en Estados Unidos migren sus vehículos a coches menos contaminantes con apoyos de financiamiento estimados de hasta 800 millones de dólares y un dólar más por cada viaje completado.
Bajo su programa “Green Future”, la meta es conseguir la electrificación del total de la flotilla de socios conductores de Uber en 2025 y, con ello, alcanzar su meta de emisiones cero en 2030 en Estados Unidos y Canadá.
TRABAJOS ESENCIALES Y UBER
La responsable global de políticas de ciudades y transporte en Uber reveló que cayeron en 80 % el número de pedidos de viaje que se realizaban mediante la aplicación durante la pandemia por COVID-19.
Aunque resaltó que su recuperación comenzó por los trabajos esenciales y sobre todo las personas de menores recursos que a diario salían a laborar en sectores como la construcción, agricultura, transportes, entre otros.
“Hicimos un informe en ocho ciudades globales para comprender cómo se estaban recuperando los viajes y lo interesante es que las áreas en las que se recuperaron más rápidamente los viajes fueron los vecindarios de bajos ingresos que usaban la plataforma para ir a trabajos esenciales”, detalló.
También comentó que la plataforma se ha recuperado prácticamente a niveles previos a la pandemia, aunque los patrones son diferentes y siguen cambiando.
“Ahora comienzan los viajes de negocios. Volvemos a ser más como la normalidad, más como antes de la pandemia”, refirió.
Igualmente, consideró que debe impulsarse un “campo de juego nivelado con otros servicios similares como el taxi u otros servicios bajo demanda".
MÉXICO: UN REFERENTE GLOBAL
Asimismo, Tsay reconoció que las ciudades en Latinoamérica son identificadas por su inmenso tránsito, pero particularmente señaló a Ciudad de México como un modelo de referencia para el mundo.
Dijo que Uber lanza muchos de sus modelos de negocios en México para medir su potencialidad y posible adaptabilidad en otras latitudes de Latinoamérica.
Incluso, comentó que fue el primer país donde echaron a andar los viajes planificados, así como la opción de recibir indicaciones para trayectos a pie.
La directiva global de Uber recordó que Ciudad de México fue la primera urbe en Latinoamérica que reformó sus leyes en materia de estacionamiento público, en 2017, lo que replicaron Río de Janeiro en 2019 y California en 2022.
“También es importante que reconozcamos que muchas veces estamos aprendiendo del ejemplo latinoamericano”, observó.