Gran molestia ciudadana e inconformidad se generó este lunes y martes afuera de las oficinas del Banco del Bienestar del municipio de Lerdo, principalmente por la desorganización en la logística de entrega de apoyos del gobierno federal.
Los ciudadanos esperaron en largas filas bajo el sol, formados durante horas, para llegar a la puerta y que les digan que ya no hay dinero. Y es que el problema principal es que los beneficiarios de los programas del bienestar no pueden cobrar con sus tarjetas que les dieron, porque están vencidas desde mayo del año pasado en la mayoría de los casos, y no han sido renovadas.
De tener sus tarjetas, no tendrían que formarse sin la certeza de contar con los recursos y exponiéndose incluso a ser blanco o víctimas de la delincuencia.
Al lugar van muchas mujeres solas, madres de familia y adultos mayores.
Muchos de los beneficiarios estuvieron ambos días desde antes de las 7 de la mañana y para la una de la tarde todavía no podían irse y seguían bajo el sol.
Además, muchos de ellos son de ejidos lejanos de la cabecera municipal de Lerdo y Gómez Palacio y tampoco tienen los medios para estar yendo varios días a las sucursales, además de que hacen mas de hora u hora y media de camino.
Beneficiarios de poblados como San Felipe, El Quemado, Pastor Rouaix y otros, tienen ya dos días consecutivos sin poder recibir su dinero, lo que ha generado críticas respecto a la capacidad de operación de ese banco, que evidentemente ha sido rebasada.
Para conocer el motivo por el cual no se han renovado las tarjetas desde hace tantos meses o las dificultades por las cuales la Delegación del Bienestar no ha resuelto estas fallas, se buscó a la nueva delegada estatal de la Secretaría del Bienestar en Durango, Maribel Aguilera, a quien el día de ayer no fue posible localizar vía telefónica.
Tampoco fue posible entablar el diálogo con el coordinador del Distrito 02, Lorenzo Blanco, que está a cargo de momento de estas oficinas en Lerdo, que pertenecen al Distrito 03 luego de los reacomodos y ajustes de personal que se han hecho en la Delegación del Bienestar en Durango, donde ya antes se habían presentado problemas de logística.
A los ciudadanos los traen de un lado para otro, pues el pasado lunes hicieron fila en la nueva sucursal abierta en las instalaciones de la Sader en Miguel Alemán y Juárez, pero se acabó el dinero y les pidieron volver este martes temprano. Acudieron desde las 7:00 de la mañana, pero llegando a ventanilla les dijeron que no les tocaría ahí, sino en el otra ventanilla instalada en una plaza comercial a 200 metros de ahí, en la esquina de Chihuahua y Matamoros, donde tuvieron que hacer otra vez fila.
Adicionalmente, en dichas filas no existe la sana distancia y pese a la portación de cubrebocas de la mayoría en la fila, esto no los exime del riesgo de contraer COVID-19, porque son muchas las horas que permanecen en el lugar.
Otro problema es que no hay personal que salga y brinde información correcta, como tampoco les aseguran una fecha de entrega de las nuevas tarjetas y por ello, se seguirán presentando este tipo de problemas que se vuelven un caos y nadie de las autoridades de Bienestar resuelven.
Las personas realizaron largas filas bajo el sol, sin que les dieran la información correcta.