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Cuatro niños, todos ellos hermanos, murieron y otros tres resultaron heridos este lunes en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, por la explosión de una mina en el interior de la casa en la que habitaban con el resto de su familia, informó la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Esta organización, que tiene su sede en el Reino Unido pero cuenta con una amplia red de colaboradores sobre el terreno, indicó en su página web que la casa, en la ciudad de Benish, tenía minas y otros artefactos explosivos sin detonar desde antes de que se instalara recientemente en ella la familia a la que pertenecían los fallecidos y heridos.
Esta llegó a Benish tras tener que desplazarse debido al conflicto armado que azota Siria desde 2011 y habitaron la casa, cuyo dueño, que vive fuera del país, presta gratuitamente a personas desplazadas.
El Observatorio, que recopila datos de víctimas, violaciones de derechos humanos, ataques aéreos, operaciones terrestres y otras vicisitudes de la guerra en Siria, ha documentado en lo que va de año 176 civiles muertos, incluidos 91 menores, por la explosión de minas.
Otros 255, de los que 143 eran niños, han resultado heridos por estos explosivos.