(AP)
Dos personas murieron este fin de semana calcinados en su automóvil mientras trataban de huir de un incendio en el norte de California considerado el más destructivo del año en la costa oeste de Estados Unidos.
El incendio McKinney, conocido así por la localidad donde se originó, ha calcinado en apenas dos días más de 22 mil hectáreas (55 mil acres) y 100 edificios en California, estado que vive desde hace meses una prematura temporada de fuegos que ha amenazado incluso el emblemático Parque Nacional de Yosemite.
La oficina del Sheriff del condado californiano de Siskiyou, fronterizo con el estado de Oregón, confirmó este lunes que sus efectivos habían localizado los cuerpos de dos personas en el interior de un vehículo que estaba calcinado en la salida de una residencia privada, por lo que se cree intentaron escapar de las llamas según se acercaba a su vivienda.
Por el momento, las autoridades han evacuado a 2 mil residentes desde el sábado y apenas han contenido el incendio, que esperan que se siga expandiendo por la acción de nuevos rayos.
Los rayos, el fuerte viento y el humo están dificultando las labores de extinción, explicó el Servicio Forestal estadounidense.
"En 22 años de experiencia con incendios nunca he experimentado un fuego que se comporte así por la noche. Es absolutamente surrealista y no poco apocalíptico", tuiteó Dacia Grayber, una representante del estado de Oregón que antes trabajó como bombero y se encontraba en el área.
Los estados del oeste y del sur de Estados Unidos están viviendo una de las temporadas de incendios más destructivas de su historia, acrecentada por una sequía ha obligado a restringir el uso de agua en varias ciudades.
Más de 2 millones de personas viven en zonas designadas con alerta roja por ser susceptibles de incendios en estados como California, Oregón, Washington, Montana y Dakota del Sur.
El otro fuego que preocupaba a las autoridades, el Oak, cercano al Parque de Yosemite, está contenido en un 67 % tras arrasar 8 mil hectáreas (20 mil acres).