Rafael Nadal se impuso 6-3, 6-3 a Daniil Medvedev y se medirá en la final con Cameron Norrie, quien derrotó a Stefanos Tsitsipas (AP)
Rafael Nadal derrotó ayer 6-3, 6-3 al ruso Daniil Medvedev, primer favorito, y se clasificó a la final del Abierto Mexicano de Tenis, en la que enfrentará a Cameron Norris.
Nadal ganó los puntos claves en el primer set y salvó 11 puntos de ruptura en el segundo para imponerse a un Medvedev, que por momentos mostró un tenis excelso y por otros se vio desconcentrado.
El partido cumplió las expectativas con las que comenzó, al poner frente a frente a los finalistas del Abierto de Australia, en el que Nadal ganó su vigésimo primer Grand Slam al superar al ruso.
La efectividad del tenista balear con el primer servicio fue del 68 por ciento en el primer set, pero sacó provecho de los errores no forzados de su oponente, al que ganó los puntos decisivos y se impuso 6-3.
En el cuarto juego, Rafa quebró el saque de su rival y a partir de ahí mantuvo su tenis agresivo desde el fondo de la cancha para marcar diferencia a su favor.
En el segundo, Medvedev empezó errático, perdió el saque en el arranque y se puso por debajo. El ruso trató de recuperar la iniciativa, creó las condiciones, pero no pudo romper ante un Nadal que mostró superioridad mental y salvó cuatro puntos de quiebre en el cuarto juego y siete en el sexto, los dos de larga duración.
Medvedev aseguró sus turnos de saque casi de corrido hasta que en el noveno juego Nadal vino de atrás y quebró para firmar la victoria.
Antes, el británico Cameron Norrie, sexto favorito, derrotó 6-4, 6-4 al griego Stefanos Tsitsipas, tercer cabeza de serie.
En un partido que se decidió en los detalles, Norrie quebró en el noveno juego de los dos sets, suficiente para acceder a la final que disputará este sábado contra el mejor entre el español Rafael Nadal y el ruso Daniil Medvedev.
Norrie estuvo intratable con su servicio de zurda; en la primera manga mostró una efectividad del 92 por ciento con su primer saque y no tuvo puntos de rompimientos en contra.
Tuvo su primera oportunidad de quiebre en el noveno juego y la aprovechó con un soberbio revés paralelo que marcó el rumbo del set, con 36 minutos de duración.
Otra vez se mantuvieron parejos en el segundo acto. A los 57 minutos de partido, con el marcador 3-2 y 30-40 a su favor, el griego colocó una pelota en los límites de la línea; celebró el quiebre, pero la revisión determinó que la bola estuvo fuera y Norrie mantuvo el servicio.
La decisión del duelo fue en el juego nueve. Norrie sacó provecho de los errores no forzados del rival, que se puso 0-30. El público gritó el apellido de Stefanos, que ganó el punto, pero Norrie ganó el juego con un golpe preciso a las líneas.
