El Hospital Infantil Universitario de Torreón atiende a niños y niñas de bajos recursos. (EL SIGLO DE TORREÓN)
A más de dos años de la transición del Seguro Popular y el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), el Hospital Infantil Universitario de Torreón no ha vuelto a recibir a nuevos pacientes pediátricos con cáncer sin seguridad social, ya que el tratamiento es muy costoso y la Federación desde ese entonces ya no contempló el convenio con clínicas privadas referente a la subrogación de servicios médicos.
"Ya pacientes nuevos no los podemos atender, por el costo tan alto que implica hacer primero el diagnóstico, es un costo de entre 15 y 18 mil pesos para saber específicamente qué tipo de leucemia es y llevar el tratamiento adecuado.
Y después vienen las remisiones, a esos niños se les pone medicamento para eliminar las células malas, pero pues también se lleva las buenas, son niños que tienen problemas de infecciones, de anemia, de plaquetas bajas.
El mantener a un niño de cuatro a seis meses para poder atacarlo fuertemente requiere de estar internado dos o tres meses en etapas para poder controlarlo y después siguen las remisiones, eso es muy caro", dijo el subdirector del Hospital Infantil Universitario de Torreón, Juan Gerardo Hernández Flores.
El doctor dijo que en un principio fueron casi 50 niños y niñas los que eran atendidos en esta clínica y cuyos gastos eran cubiertos por el Seguro Popular.
"En un principio fueron casi 50 niños y después se fueron dando de alta, luego 14 niños nos quedaron cautivos y han estado en remisión y poco a poco se han estado dando de alta y otros desgraciadamente han fallecido por su mismo problema. Al desaparecer el Seguro Popular, ellos se quedan desprotegidos, casi dos años les estuvimos dando sus tratamientos, sus quimioterapias, se vino crisis de pandemia, y pues ya no teníamos suficiente ingreso", comentó.
Ante la situación financiera, el Hospital Infantil buscó una entrevista con el Gobierno de Coahuila para exponerles el caso y fue de esta forma que a inicios del año pasado comenzaron a recibir apoyo de insumos y medicamentos. La clínica se encargó de la aplicación de los mismos, así como de absorber los gastos que se pudieran presentar por complicaciones en la salud de los pacientes pediátricos.
"Mes a mes mandan los medicamentos, ahorita tenemos 9 pacientes, esos niños ya tienen una programación de los medicamentos, es un protocolo de manejo, aquí lo que no se programa lógicamente son las enfermedades que pudieran tener, se enferman porque sus plaquetas bajan o porque tienen alguna infección y eso pues nosotros aquí los atendemos con el apoyo de asociaciones civiles y del público en general, entre todos hacemos una cooperación para que esos niños salgan adelante", comentó.
Hernández Flores indicó que hay instituciones de salud públicas que atienden a la población abierta que no cuentan con especialistas en Oncología Pediátrica ni con la infraestructura física para atender a los niños y las niñas que se mantienen en la lucha contra el cáncer de ahí que años atrás, éstos últimos eran canalizados al Hospital Infantil.
Es importante mencionar que el Hospital Infantil Universitario es una institución asistencial y docente, que tiene 70 años activo y que atiende a población pediátrica de escasos recursos económicos y que carecen de la protección médica de los sistemas institucionales como el IMSS o el ISSSTE.
Antes de que se desapareciera el Seguro Popular, dicha institución de salud a través del departamento de Onco-Hematología Pediátrica recibía entre 5 y 8 pacientes nuevos sin seguridad social, que eran canalizados por los Hospitales Generales. Los niños y las niñas eran enviados al Hospital Infantil cuando no había capacidad para dar el servicio o cuando se requería de atención integral especializada.
GASTOS
El doctor recordó que la nómina del hospital corre a cargo de la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C) y que ellos se encargan de cubrir los gastos de energía eléctrica, gas y telefonía, entre otros servicios que se pagan con los ingresos de la consulta y las hospitalizaciones. Esto, impide que el hospital tenga crecimiento en cuando a infraestructura y equipamiento.
