(Foto: SERGIO A. RODRÍGUEZ / EL SIGLO COAHUILA)
Un nuevo escándalo por violencia al interior de un centro de rehabilitación se presentó en Monclova; un interno se fugó de un anexo y acusó a los encargados de lesiones y tortura.
En julio pasado en el centro de desintoxicación “Escudo de Salvación” en Frontera, un interno fue asesinado a golpes.
Este fin de semana Carlos Zuñiga, anexado en el centro Vibe, escapó y acusó a los encargados de tortura y golpes.
El primero de estos sitios fue clausurado, detuvieron a cuatro trabajadores como presuntos responsables del asesinato, otros siguen prófugos.
El segundo, Vibe, continúa funcionando aunque enfrenta protestas y deserción de sus pacientes. Zúñiga acudió este martes con algunos familiares a la Fiscalía General del Estado a levantar denuncia contra quienes lo golpearon.
EL ANEXO OPERA DE MANERA LEGAL
Cuauhtémoc Villanueva Mata, coordinador del anexo, afirmó que el centro de rehabilitación Vibe no ejerce violencia hacia sus ingresados.
Dijo que hace dos semanas tuvieron la visita de la supervisora de Salud. Sostuvo que se trabaja con todas las normas.
Agregó que tiene 85 internos y reiteró que no son maltratados ni golpeados.
Por otro lado Katy Reyes, tía de uno de los anexados, acudió al centro para sacarlo. Explicó que le cobraban mil 500 pesos semanales por su internamiento.
Refirió que durante su estadía en el lugar, su sobrino cambió. Al visitarlo el joven permanecía agachado, sin levantar la mirada, sin hablar, temeroso. Y cuando salió le confirmo a su tía que vivía con maltrato y amenazas.
Otra mujer y un supuesto anexado, que no revelaron sus identidades, calificaron como falsa la información de violencia, golpes y tortura en el centro Vibe.
La FGE llevó a juicio a seis trabajadores del anexo Escudo de Salvación, de Frontera, y abrió una carpeta de investigación al instituto Vibe.
En Monclova existen tres anexos y 16 grupos de Alcohólicos Anónimos registrados en la plataforma de Regulación Sanitaria. El anexo Vibe, donde ocurrieron los hechos de este lunes sí está en regla y su última supervisión fue en septiembre, confirmó la regidora de Salud, Edith Hernández Sillas.
