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El Ejército de Ruanda ha intervenido "directamente" en la vecina República Democrática del Congo (RDC) y coopera con el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), que libra combates intensos contra las Fuerzas Armadas congoleñas, señaló un informe confidencial de la ONU.
En el documento, al que tuvo acceso EFE, el Grupo de Expertos sobre la RDC del Consejo de Seguridad de la ONU aseguró tener "pruebas sustanciales" de la "intervención directa" del Ejército ruandés en territorio congoleño, ya sea entregando armas y municiones al M23 o realizando operaciones militares.
"El Grupo obtuvo pruebas de operaciones militares realizadas en el territorio (congoleño) de Rutshuru (noreste) entre noviembre de 2021 y octubre de 2022", indica el informe.
Durante ese período, testigos presenciales, combatientes capturados, autoridades locales y representantes de la sociedad civil informaron de la presencia de tropas ruandesas en la RDC, en ocasiones marchando en columnas, después de entrar al país desde Ruanda, algo que los investigadores confirmaron con imágenes aéreas y pruebas fotográficas.
Una vez en suelo congoleño, los militares ruandeses realizaron operaciones militares -en ocasiones en cooperación con el M23- contra los rebeldes de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses exiliados en la RDC para recuperar el poder político en su país de origen.
El Ejército de Ruanda "también proporcionó refuerzos de tropas al M23 en operaciones específicas, destinadas a tomar ciudades y zonas estratégicas", añadieron los investigadores.
Hasta el momento, Ruanda siempre ha rechazado estas acusaciones.
Los expertos de la ONU también destacaron la capacidad militar del M23, que ha conseguido sobrepasar los esfuerzos del Ejército congoleño, apoyados por la misión de paz de la ONU en el país (Monusco), en el territorio de Rutshuru.
Los militares congoleños "no pudieron detener los avances del M23", que a mediados del pasado mes de octubre "controlaba un territorio tres veces mayor que el que tenía bajo su poder en marzo".
Asimismo, los insurgentes duplicaron de nuevo los territorios bajo su control a principios de noviembre, consolidando su presencia en lugares estratégicos como las ciudades de Rutshuru y Kiwanja, el campamento militar de Rumangabo, la central eléctrica de Matebe y los puestos fronterizos de Kitagoma y Bunagana.
"El M23 pudo mantener intensos combates en varios frentes al mismo tiempo y durante varias semanas, lo que indica un alto grado de organización, tácticas mejoradas, aumentos de tropas y un reabastecimiento sustancial de equipo militar", señalaron los expertos.
"Las imágenes de drones confirman el suministro transfronterizo de artillería, armas y municiones. El M23 controla vastas áreas fronterizas con Uganda y Ruanda, lo que facilita los movimientos de equipo militar, suministros y reclutas a través de estas fronteras", añadieron.
Por otra parte, la investigación señaló la colaboración del Ejército congoleño con grupos rebeldes, incluidos las FDLR, para luchar contra el M23, algo que ya habían denunciado tanto los insurgentes como el Gobierno de Ruanda.
Los combates del M23, que se reanudaron el pasado mes de marzo después de varios años de pausa, han generado una crisis diplomática entre la RDC y Ruanda, y Kinshasa ha acusado repetidamente a Kigali de cooperar con el grupo rebelde.
Además, el temor de las batallas han obligado a más de medio millón de personas a abandonar sus hogares en el este de la RDC, según los últimos datos de la ONU.
El M23 se creó en 2012 como una escisión del extinto Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), un grupo de rebeldes en su mayoría de origen ruandés que luchó contra las FDLR en suelo congoleño -entre otros objetivos- y se integró en el Ejército de la RDC después del acuerdo de paz del 23 de marzo de 2009, que da nombre al grupo.
Entonces, los rebeldes desertaron del Ejército para exigir renegociar ese pacto de paz a fin de mejorar sus condiciones.
El este de la RDC lleva más de dos décadas sumido en un conflicto avivado por milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la Monusco.
